Cada año, desde 1999, el Tribunal Constitucional recoge en sus memorias el listado de hombres y mujeres que han ocupado un cargo en cuerpo técnico de letrados, secretarios, gerentes e interventores: en el 75% de ellos, ha sido ocupado por un hombre y en el 25% restante, por una mujer.
De hecho, en toda la historia del Tribunal, ninguna mujer ha ocupado nunca ni la Secretaría General de la institución, ni el gabinete de Presidencia, ni la gerencia del Tribunal. Tampoco ninguna mujer ha accedido un lugar dentro del cuerpo técnico de los principales letrados que asisten al TC en funciones de estudio o asesoramiento, según se estipula en la regulación. Aunque sí hay letradas de adscripción temporal o letradas adscritas.
Es cierto que los puestos de los letrados, a excepción de los letrados de adscripción temporal que son asignados por el propio Tribunal, son ocupados por concurso-oposición entre funcionarios públicos. Sin embargo el resto (los puestos en secretaría, gerencia e intervención) son designados por el Pleno del Tribunal o, libremente, por el presidente en cuestión que haya, en ese momento, dirigiendo el Tribunal. Sin embargo, la relación entre hombres y mujeres y los puestos laborales del TC sigue la misma trayectoria que la de los magistrados: las mujeres todavía están a la cola, no llegan a ser ni la mitad cogiendo los datos disponibles desde 1999.
Al Pleno del Tribunal, integrado por todos los magistrados que lo componen, le compete elegir tanto al secretario general como al secretario general adjunto entre los letrados que estén al servicio de la institución. Así como a los letrados de adscripción temporal y a los letrados que trabajan como colaboradores propios de los magistrados en las tareas de informe y asesoramiento.
Como hemos explicado anteriormente, ninguna mujer ha ocupado nunca una secretaría general. En cuanto a los letrados, las mujeres sí que están incluidas en el listado recogido en las memorias del TC pero en proporciones inferiores a las de los hombres. Concretamente, ellas representan el 35% de todos los letrados de adscripción temporal que ha habido en el TC desde el 1999, y el 33,5% de los letrados adscritos.
El presidente y el vicepresidente también son elegidos por el Pleno del Tribunal. Desde 1990, en siete ocasiones, respectivamente, el Tribunal ha contado con una mujer ocupando estos cargos. De hecho, nunca ha coincidido que, al mismo tiempo, estén las dos figuras a la vez ocupadas por una mujer.
Sin embargo, hay figuras que no son escogidas por el Pleno y que, por lo tanto,no dependen de un mínimo de votos. Es el caso del puesto de jefe de gabinete de Presidencia. El presidente/a de la institución puede escoger libremente a esta persona y, en toda la historia, esa persona nunca ha sido una mujer. O sea, ningún presidente ha contado con una mujer como jefa de gabinete en los últimos 21 años, desde que se publican las memorias.
Tampoco ha habido ninguna mujer ocupando el puesto de gerente, aunque eso sí, como ocurre con los letrados, aunque es el presidente junto al Pleno quien nombra este cargo, la persona accede a través de una convocatoria pública.
Por último, la figura del interventor siempre había estado custodiada por un hombre hasta que, en 2016, Mónica Rino García-Camacho se convirtió en la primera mujer interventora del Tribunal Constitucional. Su cargo no duró mucho porque dos años después, en 2018, pidió su cese. Sin embargo, la nueva incorporación en la intervención del TC también tenía rostro femenino: Marta Carolina Hidalgo López. Actualmente, Hidalgo es todavía quien se encarga de asesorar en materia presupuestaria al tribunal.
Primera fecha de publicación de este artículo: 12/07/2020