La vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, está camino de convertirse en la primera mujer al frente del Eurogrupo. La presidencia del órgano económico de Europa, creado en 1997, nunca había estado ocupada por una mujer. Hasta este momento, había estado custodiada por hombres: Jean-Claude Juncker, entre 2005 y 2013; Jeroen Dijsselbloem, entre 2013 y 2018 y, por último, Mário Centeno, entre 2018 y 2020. Antes de Juncker, la figura del presidente era rotatoria. O sea, la persona al frente del Eurogrupo coincidía con la que estaba al mando del Consejo de la Unión Europea. Pero en todos esos años nunca hubo una mujer.
Como es una votación que se realiza por mayoría simple durante la reunión del Consejo Europeo, este mismo jueves, si Calviño recibe un “sí” de 10 de los 19 países que conforman la eurozona, se convertirá automáticamente en la primera mujer dirigente del Eurogrupo.
Aunque Calviño se alce con esa mayoría simple, y llegue a la presidencia del Eurogrupo, las mujeres todavía están lejos de alcanzar el equilibrio con sus homólogos masculinos en los altos cargos de las instituciones europeas. De hecho, todavía hay alguna institución que no ha contado con ninguna mujer como presidenta en toda su historia.
El pasado 2019, la alemana Ursula Von Der Leyen se convirtió en la primera mujer al frente de la Comisión Europea. Ese mismo año, otra mujer, la francesa Christine Lagarde, aceptaba el cargo de directora del Banco Central Europeo. Estos dos nombramientos supusieron un hito en la historia europea: por primera vez, dos mujeres se ponían al frente de dos de estas instituciones.
En la rueda de prensa posterior a la cumbre en la que se pactó la sustitución de estos dos cargos, el que fuera presidente del Consejo Europeo en aquel momento, Donald Tusk, celebró esta renovación diciendo que “después de todo, Europa es una mujer”. Sin embargo, Von Der Leyen y Lagarde son la excepción. Los altos cargos en la mayoría de las instituciones europeas más importantes no tienen rostro femenino. De hecho, hasta ese momento, ni la Comisión Europea ni el Banco Central habían tenido a mujeres al frente.
Por ejemplo, si observamos el histórico de los presidentes del Parlamento Europeo, las dos únicas mujeres que han ostentado este cargo desde 1952 han sido Simone Veil, entre 1979 y 1982; y Nicole Fontaine, entre 1999 y 2002. Lo que significa que el Parlamento lleva dirigido casi 20 años en exclusiva por hombres.
La presidencia del Consejo de la Unión Europea es rotatoria. Es decir, los distintos presidentes de los estados miembros de la Unión Europea asumen este cargo durante un semestre. Sin embargo, aunque no existe una votación y es la presidencia del Gobierno de un estado miembro concreto la que asume estas competencias, las mujeres siguen siendo minoría.
Desde 1958, un total de 139 personas han ocupado este cargo. Por este puesto han pasado dirigentes de todos los países... Pero sólo dos contaban con mujeres al mando en ese preciso momento: Reino Unido y Alemania. De ellas, solamente ha habido dos mujeres: la primera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher, en dos ocasiones (1981 y 1986) y la canciller alemana, Angela Merkel, en una ocasión (2007).
Algo similar sucede en el Consejo Europeo. Hasta 2009, la presidencia de este órgano la ejercían, de forma rotatoria, los presidentes del Consejo de la UE que eran, a su vez, los jefes de Estado o de Gobierno de los Estados miembros. Por ello, de los 76 presidentes que ha tenido esta institución desde el año 1975 hasta 2009, únicamente, Thatcher (en 1981 y 1986) y Merkel (en 2007) han ejercido la presidencia.
Desde que la figura de presidente del Consejo Europeo pasó a ser permanente a tiempo completo,y por lo tanto elegida por mayoría, tampoco ha salido vencedora una mujer. Hasta el momento, los únicos presidentes que ha tenido el organismo han sido hombres: Herman van Rompuy (entre 2010 y 2014), Donald Tusk (entre 2015 y 2019) y, desde el 2019, el actual presidente, Charles Michel.
Desde que el Comité Europeo de las Regiones (CDR) se creara en 1994, la única mujer que ha dirigido este órgano ha sido la italiana Mercedes Bresso. Bresso se convirtió en la primera y, por el momento, única presidenta en 2010.
Instituciones sin mujeres al frente: el Tribunal de Justicia de la UE, el Tribunal de Cuentas Europeo y el Banco Europeo de Inversiones nunca han estado presididos por una mujer
En otras instituciones y organismos de la UE, como el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) o el Tribunal de Cuentas Europeo (TCE), la elección del presidente es diferente. En el caso del TJUE, son los propios jueces designados por los países miembros quienes eligen a su presidente. Pero no ha habido una presidenta de esta institución en toda su historia.
En el caso del TCE, el presidente será elegido por los miembros que componen el Tribunal -que, a su vez, son designados previamente por el Consejo Europeo-. Aun así, desde que se creó este órgano europeo, tampoco ha sido elegida una mujer como presidenta. Tampoco el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha estado presidido por una mujer. Actualmente, desde el año 2012, es Werner Hoyer quien está al mando de la institución. Sin embargo, todos sus predecesores han sido masculinos. Es cierto que ha habido otras figuras, como la vicepresidencia, que sí ha estado ostentada por una mujer. La primera que se estrenó en el cargo fue Ariane Obolensky, entre los años 1994 y 2000. Además, coincide que de las cuatro mujeres que han sido vicepresidentas del BEI, dos son españolas: Isabel Martín Castellá, entre 2000 y 2006; y Magdalena Álvarez, de 2010 hasta que dimitió en 2014.
Primera fecha de publicación de esta pieza: 09/07/2020