¿Qué protección tienen los lobos en la Unión Europea?
Los lobos (Canis lupus) están protegidos en el plano internacional por el Convenio de Berna o Convenio relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa (en vigor desde junio de 1982). Es un tratado internacional bajo el auspicio del Consejo de Europa, un órgano ajeno a la Unión Europea con 46 Estados miembros. En este convenio, los lobos están incluidos en el apéndice II: “Especies de fauna estrictamente protegidas”.
En lo que respecta a la Unión Europea, el lobo está protegido en la Directiva de Hábitats (en vigor desde 1992), que es el documento legal que implementa la Convención de Berna a escala comunitaria, pues tanto la UE como sus Estados miembros son partes del convenio. Pero la Comisión Europea indica que esa protección estricta de los lobos puede “limitarse en determinadas circunstancias” para, entre otras cosas, “evitar daños graves al ganado o en interés de la seguridad pública”. El artículo 16 de la Directiva de Hábitats permite la limitación del sistema de protección estricta, donde está el lobo, en cinco circunstancias.
¿Qué decisión ha tomado la Unión Europea?
La UE ha dado un paso más para reducir la protección del lobo dentro del territorio comunitario, aunque no está garantizado que ocurra finalmente.
El 25 de septiembre de 2024, los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros para la Unión Europea anunciaron su intención de voto de una propuesta que había hecho la Comisión Europea en diciembre de 2023 para mover el lobo del apéndice II del Convenio de Berna (“especies de fauna estrictamente protegidas”) al apéndice III (“especies de fauna protegidas”), es decir, prescindiendo de la palabra “estrictamente”. En ese apéndice III están, por ejemplo, el lince boreal (Lynx lynx) y la cabra montés (Capra pyrenaica).
Al día siguiente, el 26 de septiembre, el Consejo de la Unión Europea aprobó, a través del voto de los ministros europeos, proponer el cambio del estado de conservación del lobo. Dicha aprobación necesitaba una mayoría cualificada de los ministros europeos: el voto a favor del 55% de los Estados miembros, siempre que representen al menos el 65% de la población europea. Según lo publicado en prensa, al no ser una votación pública, sólo España e Irlanda se habrían opuesto; Eslovenia, Chipre, Malta y Bélgica se habrían abstenido, mientras que el resto habrían votado a favor.
El siguiente paso es que la Comisión Europea presente esta propuesta al Comité Permanente del Convenio de Berna antes de su reunión prevista para la primera semana de diciembre de 2024. El cambio debe ser aprobado por dos tercios de los 50 Estados partes del Convenio de Berna, que incluye además a cuatro estados africanos. Por lo tanto, lo deben aprobar al menos 34 de los 50 Estados del Convenio de Berna. El posible cambio entraría en vigor tres meses después de aceptarlo.
Esta modificación del Convenio de Berna es necesaria para poder a su vez realizar cambios en los anexos de la Directiva de Hábitats y que entre en vigor la rebaja en la protección del lobo. Para hacerlo, la Comisión Europea deberá presentar una propuesta al Parlamento Europeo y al Consejo de la UE. En este artículo explicamos cómo se aprueban las leyes en la UE.
La posición de la Comisión Europea después de que el Consejo haya apoyado su propuesta para rebajar la protección del lobo es “darle la bienvenida” para afrontar “los desafíos que suponen las poblaciones crecientes de lobo mientras mantiene el objetivo general de lograr y mantener un estatus favorable de conservación de la especie”, anunció un portavoz de la Comisión Europea en rueda de prensa el 25 de septiembre.
¿Qué supondría este cambio en la Unión Europea?
El apéndice II del Convenio de Berna, donde está actualmente el lobo, prohíbe “todas las formas de captura, retención y matanzas deliberadas”, así como la destrucción deliberada de lugares de reproducción o descanso. En cambio, pasar al apéndice III implicaría que deban mantenerse las poblaciones fuera de peligro y prohíbe a los Estados utilizar medios de captura y muerte “indiscriminados”, capaces de “provocar la desaparición o graves perturbaciones de la especie”.
El cambio de “estrictamente protegido” a “protegido” implica que los Estados miembros seguirán obligados a mantener un estado de conservación “favorable” del lobo. El cambio “busca darle más flexibilidad a las autoridades para lidiar con el lobo”, según la rueda de prensa de la Comisión Europea. Preguntado por los periodistas, el portavoz europeo no supo aclarar si permitiría autorizar la caza del lobo como trofeo.
¿Cómo se ha llegado a este punto?
En noviembre de 2022, el Parlamento Europeo aprobó una resolución no vinculante para rebajar la protección del lobo en el Convenio de Berna. Algunos de los motivos fueron que el lobo tiene un potencial para aumentar su población “exponencialmente en aproximadamente un 30% anual” y un supuesto aumento del “impacto negativo de los ataques al ganado”. Esta resolución se tramitó a la Comisión y al Consejo y fue aprobada con 306 votos a favor, 225 en contra y 25 abstenciones.
“La concentración de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real para el ganado y, potencialmente, también para los seres humanos. Insto a las autoridades locales y nacionales a que tomen medidas cuando sea necesario”, declaró en septiembre de 2023 Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión. La institución invitó a las comunidades locales, a los científicos y a todas las partes interesadas a que presentaran datos actualizados sobre la población de lobos y sus efectos. A partir de los datos recogidos, la Comisión anunció que decidiría “sobre una propuesta para modificar, en su caso, el estatuto de protección del lobo en la UE” como respuesta a aquella resolución del Parlamento Europeo.
La propuesta de la Comisión Europea de diciembre de 2023, según la propia institución, se debió a que las poblaciones de lobo han “aumentado considerablemente en las dos últimas décadas y siguen mostrando tendencias generalmente positivas”, lo que ha “provocado un aumento de los conflictos con las actividades humanas, sobre todo en relación con los daños causados por el lobo al ganado”. La Comisión destaca que aunque el impacto es pequeño a escala de la UE y los daños globales al ganado parecen tolerables a escala nacional, “su concentración a escala local provoca una fuerte presión sobre determinadas zonas y regiones”.
¿Qué supondría en España?
Por un lado, en España no implicaría cambios al estado de protección de los lobos porque en el país los lobos ya están incluidos en el apéndice III del Convenio de Berna desde 1986.
Por otro lado, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas incluye al lobo desde septiembre de 2021, lo que “mejora sensiblemente la protección europea actual que otorga el Convenio de Berna y la Directiva de Hábitats”, señala en su cuenta de Twitter (ahora X) la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL).
El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) dictó en julio de 2024 que el lobo no puede ser declarado como especie cazable a nivel regional cuando su estado de conservación nacional es desfavorable. Es su respuesta a un recurso judicial de ASCEL de la resolución de 2019 de Castilla y León que autorizaba a cazar 339 lobos al norte del río Duero. Según un informe enviado por España a la Comisión Europea en 2019, el estado de conservación del lobo es “desfavorable-inadecuado” en las tres regiones del territorio español donde está el lobo, que incluye a Castilla y León.
El tribunal europeo no resuelve el litigio nacional y es el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, quien consultó al TJUE antes de resolver, el que debe sentenciar en base a la decisión del tribunal europeo. En 2022 el Tribunal Constitucional ya había anulado varios puntos de la ley de caza de Castilla y León que permitía cazar al lobo al norte del Duero por invadir competencias estatales tras un recurso del Gobierno de España.