A finales de 2022, España entró en una “sequía meteorológica de larga duración” por una escasez significativa de lluvias en los tres años previos, según informó la Agencia Estatal de Meteorología. En octubre de 2022 también se alcanzó el mínimo de reservas en los embalses peninsulares en este siglo: el 31,4%, según el Ministerio para la Transición Ecológica. A lo largo de 2024, tanto las lluvias como el nivel de los embalses han ido aumentando, aunque aún hay zonas como Andalucía y Cataluña donde las precipitaciones y las reservas siguen siendo bajas. En Maldita.es aportamos datos sobre la evolución y la situación actual de la sequía en España.
El siguiente gráfico muestra la evolución de las reservas de agua para el total de embalses de la península en comparación con las medias del último lustro y la última década. También puedes consultar la evolución de los embalses de uso consuntivo, es decir, aquellos que se utilizan principalmente para el regadío y el abastecimiento humano. Y el de los embalses hidroeléctricos, cuyo uso fundamental es generar electricidad y en los que el agua se desplaza de una presa a otra sin consumirse.
Junto al estado de los embalses, la otra cara de la sequía son las precipitaciones. El año hidrológico (que comienza el 1 de octubre y finaliza el septiembre del año siguiente) 2022-2023 fue el cuarto más seco del siglo XXI. En el siguiente gráfico puedes ver la media de precipitaciones mensuales de las últimas dos décadas en comparación con los valores normales, que la AEMET obtiene tomando como referencia los datos del periodo 1991-2021. Después de un invierno más seco de lo habitual y una primavera con bastantes lluvias, junio de 2024 ha tenido unas precipitaciones por encima del periodo de referencia.
Sequía y escasez de agua: la situación en España
Pese a la recuperación generalizada de las lluvias, algunas regiones de España siguen en situación de “sequía prolongada”, un indicador basado en la falta de precipitaciones que definen los organismos de cuenca (los que gestionan el agua en España, que pueden ser confederaciones hidrográficas o Gobiernos autonómicos). A 31 de mayo de 2024, aproximadamente un 12% del territorio donde viven unos 7,9 millones de personas, estaría declarado en sequía prolongada.
Si en el mapa de abajo tu municipio está coloreado en naranja, significa que formas parte de ese grupo de personas que vive en una zona donde ha llovido menos de lo habitual y que las aguas de ríos y embalses tiene sus reservas por debajo de lo normal.
La división territorial que se utiliza para declarar la sequía prolongada son las Unidades Territoriales de Sequía. En Maldita.es hemos cruzado estas unidades con los municipios para poder indicar si tu municipio se encuentra o no en una zona en sequía prolongada. El cruce es aproximado: los límites de las UTS no siempre coinciden con los de los términos municipales, así que algunos municipios podrían tener una zona en sequía y otra no.
A diferencia de la “sequía prolongada”, que sería un fenómeno natural relacionado con la falta de lluvias, la “escasez de agua” (o “sequía hidrológica”) tiene más relación con los problemas que aparecen después para atender las demandas de la población cuando no hay suficiente agua. Según los últimos datos, el 31 de mayo de este año, en torno al 35,6% del territorio y unas 19,4 millones de personas vivirían en zonas declaradas en distintos niveles de escasez.
En este caso, que tu municipio esté en una de las áreas afectadas implica que hay problemas para que el agua disponible cubra las necesidades de los habitantes de la zona y que las autoridades competentes deben intentar evitar que la situación empeore. Para ello pueden utilizar herramientas como las restricciones de agua para consumo humano y para regadío u otras medidas presentes en los Planes de Sequía.
Así se han recuperado las reservas de los embalses desde octubre de 2022 (aunque el sur y gran parte de Cataluña sigan en sequía)
La sequía ha afectado de forma desigual al territorio español y también su evolución ha sido distinta. A continuación se ve la evolución del porcentaje de reservas de los embalses consuntivos (los que se utilizan para el abastecimiento y el regadío) de cada cuenca hidrográfica desde que alcanzaron el mínimo en lo que va de siglo en octubre de 2022.
La península comienza teñida de naranja con la mayoría de las cuencas con unas reservas inferiores al 40% y puedes ver una evolución desigual en la que las Cuencas Internas Catalanas no llegan a un tercio de su capacidad mientras en la zona norte se supera el 60%. Aunque la situación global ha mejorado, la zona sur y la del levante continúan con unas reservas bajas.
Diferencias territoriales: embalses y lluvia en el norte, sequía en el sur
En el gráfico que aparece a continuación puedes ver la evolución de las reservas de agua de cada semana en comparación con la media de la última década para cada cuenca. En las Cuencas Internas de Cataluña, protagonistas del último episodio de sequía, las reservas están en un descenso constante desde octubre de 2022 y la comparación con la media muestra lo extraordinario de la situación. Mientras, en cuencas de la zona norte como las del Cantábrico Occidental y Oriental las reservas apenas han variado respecto a la media histórica.
Un contraste entre el norte y el sur que también se aprecia en las lluvias. Así han cambiado las precipitaciones acumuladas cada semana desde 2022 en las principales estaciones meteorológicas de la AEMET.
METODOLOGÍA
Para la elaboración de este artículo se obtienen los datos de dos fuentes. Para la información relativa al estado de los embalses, se ha recurrido al Boletín Hidrológico Semanal publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Los datos de precipitaciones provienen directamente de la base de datos abierta de la Agencia Estatal de Meteorología por eso los datos de pluviometría pueden no coincidir con los publicados en el boletín.
Primera fecha de publicación de este artículo: 18/07/2024