Has quedado para cenar pero miras el cielo y ves que está nublado. Acudes a la web o la app de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para ver la previsión del tiempo y conocer qué probabilidades tienes de mojarte si no coges el paraguas. Pero si la atmósfera no es un dado, ¿cómo se calcula la probabilidad de precipitaciones que te da la AEMET?
Quizás haya oído que es el porcentaje de veces en que en condiciones parecidas ha llovido (o nevado o granizado), pero aunque así fuese en el pasado, desde al menos 2014 se usa otro método, explica a Maldita.es Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Es el llamado método de predicción por conjuntos.
Del Campo explica que primero se usan las observaciones meteorológicas en un momento dado (temperatura, humedad, presión atmosférica, viento…) para construir una predicción al introducir esos valores en las ecuaciones que forman los modelos de pronóstico del tiempo. Esas condiciones iniciales de la atmósfera se alteran a través de cálculos y técnicas estadísticas para obtener otros 50 escenarios factibles pero diferentes a partir del observado.
Así se obtienen 51 pronósticos del tiempo distintos. Con este conjunto de predicciones meteorológicas, se calcula el porcentaje de precipitaciones de la siguiente manera: si de los 51 pronósticos en un lugar dado para un día concreto, 20 dan lluvia, la probabilidad de lluvia en ese sitio para ese día es del 40%; si las 51 predicciones dan lluvia, el porcentaje de precipitaciones será del 100%. De esta forma, se calcula en cuántos de esos 51 posibles desenlaces se daría cada fenómeno (lluvia, tormenta, cielo nublado, cielo despejado...) y así se obtienen esos porcentajes de probabilidad de precipitación.
Cada una de estas 51 predicciones son predicciones deterministas, es decir, que para un conjunto de datos iniciales dan un único posible desenlace. Utilizar una única de estas predicciones es otra forma de intentar determinar el tiempo que va a hacer en las horas siguientes. Para que este tipo de cálculos sean certeros “es importante tener muchos datos observados de la atmósfera a partir de estaciones meteorológicas, satélites, radares…”, explica el portavoz de la AEMET. Las predicciones deterministas por sí mismas suelen funcionar muy bien, explica Del Campo, pero en ciertas condiciones con mucha lluvia como las tormentas y DANA (depresiones aisladas en niveles altos) “pueden fallar un poco” porque “no hayamos sido capaces de hacer un análisis completo de las condiciones iniciales y esto conlleva que el pronóstico final sea erróneo porque al tratar de pronosticar el tiempo dependemos mucho de las condiciones iniciales. Un pequeño error en la observación puede dar un gran error en el pronóstico”, añade Rubén del Campo.
Para evitar estos errores es por lo que se usan técnicas más amplias como el método de predicción por conjuntos, que a través de 51 cálculos deterministas consigue una predicción probabilística, en la que el resultado no es un único pronóstico sino un porcentaje de probabilidades.
Primera fecha de publicación de este artículo: 02/11/2021