Las heladas ocurren cuando la temperatura del aire se encuentra a 0 ºC o por debajo. Muchas veces podemos ver que, si la noche ha sido nubosa no ha aparecido escarcha, el hielo en superficies a la intemperie, pero si el cielo nocturno ha estado despejado sí se ha formado. Nos habéis preguntado a qué se debe y la respuesta corta es que las nubes y el viento dificultan, aunque no impiden, las heladas.
Las heladas pueden tener tres orígenes principales: la llegada de una masa de aire muy frío (conocida como helada de advección), el propio enfriamiento nocturno del aire (la helada de radiación) y la evaporación de la humedad del suelo por la llegada de una masa de aire relativamente seca (helada de evaporación), señala la web de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
En las noches despejadas de invierno, las heladas suelen producirse por el fenómeno de radiación (también llamado irradiación): con el cielo despejado y viento en calma, la superficie se enfría muy rápidamente “y el suelo emite el poco calor que ha absorbido durante el día hacia el espacio exterior y se enfría mucho”, indica a Maldita.es el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo. En cambio, cuando hay nubes, estas actúan como una especie de “manta” porque la nubosidad absorbe y devuelve parte de la radiación hacia la superficie y la temperatura no baja tanto, añade. Es decir, las nubes retienen parte del calor diurno que se libera durante la noche.
Por su parte, el viento en calma favorece las heladas porque el frío queda confinado cerca de la superficie al ser el aire frío más denso que el caliente. Por el contrario, el movimiento del aire favorece la mezcla de las capas con distintas temperaturas y no suele hacer tanto frío. Por lo tanto, las nubes y el viento dificultan, pero no impiden las heladas.
Por cierto, cuando las heladas suponen la aparición de una capa de escarcha en superficie se llaman heladas blancas. Cuando no hay escarcha pero sí se ha alcanzado una temperatura de 0º C o menos se denomina helada negra y es más dañina para la vegetación, indica la web de la AEMET.
Primera fecha de publicación de este artículo: 31/01/2023