Las cumbres climáticas de Naciones Unidas, conocidas como Conferencias de las Partes o COP, se celebran cada año en un país diferente. Los países participantes han acordado que en 2023 tome el relevo Emiratos Árabes Unidos, pero, ¿cómo se decide exactamente qué Estado será el anfitrión de cada conferencia?
Existe un sistema rotatorio entre las regiones de la ONU –África, Asia y Pacífico, Europa del Este, Europa occidental y otros, Estados latinoamericanos y caribeños– para ostentar la presidencia de la COP, según el procedimiento oficial que recoge el reglamento. Aunque no es obligatorio y debe decidirse por consenso, hay una “tendencia” a que el país que ostenta la presidencia también acoja la cumbre en su territorio, según menciona la convención, que se ha respetado a lo largo de la historia de estas cumbres, salvo cinco excepciones.
El año pasado se decidió que la próxima COP tenga lugar en Emiratos Árabes Unidos, mientras que para 2024 lo esperable es que el anfitrión sea un país de Europa del Este y uno de América Latina en 2025, según los documentos aprobados y el turno rotatorio. Si no hay cambios en esta dinámica, Europa occidental no volvería a asumir el turno de presidencia hasta al menos 2026. Varios países de estos grupos se han ofrecido ya a acoger diferentes cumbres, pero deben presentar su candidatura formalmente. Te lo explicamos.
El país que acoge el evento suele ser el mismo que preside la cumbre
La Conferencia de las Partes es una cumbre internacional, pero, sobre todo, es un organismo de Naciones Unidas donde están representados los países que componen la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Según sus reglas de funcionamiento, aprobadas tras su creación, la presidencia de la COP estará “normalmente sujeta a rotación entre los cinco grupos regionales”.
Por su parte, el organismo “se reúne en Bonn, sede de la secretaría, a menos que una Parte se ofrezca”, indica la secretaría de la Convención. Y añade que “así como la presidencia de la COP rota entre las cinco regiones reconocidas de la ONU, (...) existe una tendencia a que la sede de la COP también cambie entre estos grupos”. Eso mismo está reflejado en la guía elaborada por el departamento que coordina la preparación de las conferencias [pág. 8].
Teniendo en cuenta la lista de países que acogieron cada una de las cumbres, se comprueba que el Estado anfitrión suele pertenecer al grupo regional que en ese año recibe el turno de presidencia. En 28 años de conferencias hay cinco excepciones y al menos dos de ellas se produjeron por circunstancias especiales.
La ciudad alemana de Bonn (sede de la secretaría de la CMNUCC) acogió la COP de 2017 porque el Gobierno de las Islas Fiji, que ostentaba la presidencia, no tenía capacidad logística ni financiera de acoger un evento de esa magnitud en el archipiélago del Pacífico, según France24. En 2019, Chile era el anfitrión oficial de la cumbre, pero renunció a acogerla por la inestabilidad política en su capital y finalmente se celebró en Madrid.
La presidencia para 2023, 2024 y 2025, si no hay cambios
“La decisión de aceptar una oferta para acoger una COP la toman las Partes”, indican desde la secretaría de la Convención a Maldita.es. En la cumbre pasada, los diferentes Estados aceptaron tanto la oferta del Gobierno egipcio para acoger la cumbre este año como la de Emiratos Árabes Unidos para tomar el relevo el año que viene, con lo que dichos emplazamientos están cerrados [pág. 38]. “No fue objeto de votación, sino que, como la inmensa mayoría de decisiones dentro del proceso de la Convención, se decidió por consenso”, explican.
En concreto, la decisión queda reflejada en los documentos de la ONU bajo el título “fechas y lugares de celebración de períodos de sesiones futuros”. En Glasgow se acordó también que, “de acuerdo con el principio de rotación”, en 2024 sería el turno de un país de Europa del Este asumir la presidencia de la siguiente cumbre. En esta COP, los Estados han decidido que el siguiente turno será de Latinoamérica y el Caribe.
El 8 de noviembre, durante una intervención en los comienzos de la COP27, el presidente búlgaro, Rumen Radev, anunció su intención de que Bulgaria acoja la cumbre número 29, cuya presidencia toca por turno a un Estado de Europa del Este.
En cuanto a 2025, el presidente electo de Brasil, Lula da Silva, ofreció el 16 de noviembre que el país latinoamericano sea anfitrión de la COP30, según Deutsche Welle. Un día después, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció que había enviado una carta al Gobierno español para que dicha cumbre se celebre en Andalucía.
Al margen de la “tendencia” descrita por la CMNUCC en cuanto a la rotación de anfitriones, el procedimiento es el siguiente, según la guía del servicio de coordinación: los miembros del grupo regional lanzan consultas para determinar qué país de su región se ofrecerá a albergar la conferencia en nombre del grupo. Una vez acordado, el presidente de ese grupo regional envía la petición formal a la secretaría de la CMNUCC, lo que se conoce como “manifestación de interés”.
Cuando los países de la COP consensúan que dicho país será el nuevo anfitrión, la Mesa de la COP debe confirmarlo y entonces la secretaría se encarga de investigar que todos los “logísticos, técnicos y financieros los elementos para albergar las sesiones están disponibles” [pág. 8].