Artículo publicado originalmente en Climática/La Marea el 7 de noviembre de 2022.
Las cumbres del clima son siempre un gran escaparate, por lo que durante las dos semanas que dura la COP27 se produce un número importante de anuncios y acuerdos. Uno de los primeros tiene como protagonistas a España y Senegal. Ambos países, con el apoyo de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), han presentado este lunes en un acto paralelo a la agenda oficial la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía.
Este acuerdo fue anunciado por primera vez en septiembre, durante la asamblea general de Naciones Unidas, pero su presentación oficial ha llegado ahora, durante la cumbre de Egipto. Se trata de una plataforma de colaboración que busca promover la innovación, la transferencia de tecnología y la movilización de recursos para combatir la sequía en los países, ciudades y comunidades expuestas a esta amenaza. La alianza está respaldada de inicio por más de 30 países y 20 instituciones y organizaciones, entre ellas la Unión Europea, Estados Unidos, China, Emiratos Árabes, Chile, Egipto, México, Marruecos, Portugal y Marruecos.. El objetivo, defienden, es pasar «de la respuesta de emergencia a la creación de resiliencia a largo plazo».
La crisis climática tiene multitud de caras, y una de ellas son las sequías. En casi todos los rincones del planeta hay evidencia de que estos eventos extremos son cada vez más comunes y severos como consecuencia del calentamiento global. Y con las temperaturas en aumento –a menos de que se actúe– todo siempre irá a más. Sin ir más lejos, la sequía que este verano afectó al hemisferio norte fue al menos 20 veces más probable por el cambio climático.
Según el último informe 'La sequía en cifras', elaborado por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, la frecuencia de las sequías ha aumentado en un 29% desde el año 2000, con unas 55 millones de personas afectadas cada año. Acorde al IPCC, se estima que tres de cada cuatro personas en el mundo vivirán en condiciones más secas y con problemas de agua en 2050. En este sentido, es importante resaltar que no todo es culpa del cambio climático puesto que la forma en que se gestionan los recursos también desempeña un papel fundamental.
«Solamente seremos resilientes al cambio climático si nuestra tierra lo es», han explicado en un comunicado conjunto el presidente de España, Pedro Sánchez, y el de Senegal, Macky Sall. Aseguran que «la misión de la Alianza es dar un impulso político con el objetivo de convertir la resiliencia de la tierra ante la sequía y el cambio climático en una realidad para el año 2030».
Como la mayoría de acuerdos de este tipo, no tienen carácter vinculante y no está muy claro cómo se podrá seguir sus avances. Acorde a los organizadores, la alianza «se verá reforzada por nuevos compromisos políticos», entre ellos, según anunció Sánchez, un fondo inicial de 5 millones de euros anunciado por España que servirá para apoyar el trabajo de la unión «y catalizar un proceso para la movilización de más recursos», el cual incluye el compromiso del presidente de Kenia, William Ruto, de plantar 5.000 millones de árboles en los próximos 5 años y 10 billones de árboles en 10 años.
La alianza no ha sido el único anuncio del día. Horas antes, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha presentado uno de los proyectos en los que lleva tiempo trabajando la organización. Se trata de una red de alerta temprana mundial para reducir el impacto climático. El plan, apoyado hasta el momento por medio centenar de países, ha sido diseñado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y requiere de una inversión de 3.100 millones de dólares entre 2023 y 2027. El objetivo de esta red es que todas las personas del planeta puedan anticiparse y protegerse ante fenómenos extremos como las sequías.
Imagen del lago Peñuelas (Chile) tomada por Jorge Morales Piderit.