El próximo domingo 6 de noviembre se pondrá en marcha en Egipto la vigesimoséptima Cumbre del Clima (COP27), que se extenderá hasta el próximo 18 de noviembre -aunque podría alargarse algunos días más como ocurrió en la COP 26-. La presidencia estará en manos de Sameh Shoukry, el ministro de Exteriores del país. Apenas unos días antes de su comienzo, el país está en el punto de mira por las trabas que está poniendo a las personas que quieran manifestarse durante la celebración de la cumbre, que se desarrollará en en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, ubicada al sur del desierto de Sinaí, junto al Mar Rojo.
Las manifestaciones serán en una zona alejada del complejo en el que se celebren las conferencias
Las protestas climáticas que se celebren este año durante la cumbre tendrán lugar en una zona determinada del complejo elegida por el Gobierno egipcio. Según las directrices publicadas en la web de la COP27, los participantes que quieran organizar una protesta/manifestación climática en la zona designada “tendrán que notificárselo 36 horas antes”. Para ello, deberán mandar un correo electrónico con el objetivo de la protesta, la fecha, la entidad que lo organiza, los puntos focales y una copia de la credencial de la conferencia. Además, la zona de protestas estará abierta entre las 10:00 y las 17:00 horas.
Aquellos que quieran organizar marchas en zonas públicas de la ciudad de Sharm El-Sheikh -más allá de la zona específica para manifestaciones- “tendrán que notificarlo 48 horas antes de la fecha propuesta”. Deberán mandar también un email que recoja lo siguiente: la fecha, la hora y la duración de la actividad, el objetivo de la marcha, los puntos en los que empezaría y terminaría la manifestación, el número estimado de participantes y, por último, los nombres y contacto de dos personas elegidas por la organización para que faciliten la comunicación, la coordinación y el envío de información.
Durante la COP 26, que se celebró en Glasgow en noviembre de 2021, los ciudadanos no necesitaban “ningún tipo de permiso” para organizar concentraciones. Así se recoge en la página web de la policía escocesa. Sin embargo, si el objetivo de la protesta era recorrer las calles de la ciudad hacía falta una aprobación específica del consejo.
Decenas de personas ya han sido detenidas, según grupos de derechos humanos
La policía egipcia detuvo el domingo al arquitecto y activista indio Ajit Rajagopal. Este había emprendido una marcha de ocho días desde El Cairo hasta Sharm el-Sheikh -ciudad en la que se celebrará la cumbre- para concienciar sobre la crisis climática. Al pedir ayuda a uno de sus amigos, al abogado de derechos humanos Makarios Lahzy, este también fue detenido. La Comisión Egipcia de los Derechos y Libertades (ECRF, por sus siglas en inglés) condenó las detenciones en un comunicado y pidió su liberación. Ambos fueron puestos en libertad el lunes por la tarde.
Grupos locales de derechos humanos habrían descrito el arresto como “ilegal”, según recoge el diario británico The Guardian y también la agencia Reuters. Además, estos grupos indicaron que, al menos, 67 personas también habían sido detenidas por, supuestamente, haber promovido informaciones falsas y haber publicado contenido en Facebook incitando a manifestarse durante la cumbre.
Grupos y activistas protestan sobre la zona acotada para manifestarse
Para Hussein Baoumi, investigador sobre Egipto de Amnistía Internacional, la creación de una zona única de protestas es un “teatro”. Dice Baoumi que, de esta forma, las autoridades egipcias se están “burlando” de la capacidad de reunión.
Además, se trataría de una zona ubicada “junto a una carretera, lejos del centro de conferencias y de cualquier otro signo de vida”, según The Guardian.