En el momento en el que se está redactando este artículo, en la España peninsular, ciudades autónomas y Baleares —o en ciudades alejadas como Kinsasa, Marrakech, Oslo o Lagos— nos encontramos en el huso horario UTC+1 u hora central europea (CET). Si lo estás leyendo de abril a septiembre, estaremos en UTC+2 u hora central europea de verano (CEST).
Sin embargo, Portugal, país vecino con el que compartimos la península ibérica, tiene una hora menos respecto a la España peninsular y mantiene el horario de Europa occidental. A su vez, España está atravesada por el meridiano de Greenwich al igual que Reino Unido, Mali, Ghana o Burkina Faso, pero no está en el mismo huso horario que estos países, con los que mantiene una hora de diferencia. Así, entre Badajoz y Elvas, ciudades a 20 kilómetros de distancia, les diferencia una hora por el cambio de huso.
¿Por qué se da esta situación en la que la geografía de la península no corresponde al huso horario en el que está España? ¿Tiene algún sentido que Huelva y Varsovia tengan la misma hora, cuando en la ciudad andaluza ha salido el sol este viernes a las 8:11h y en la polaca a las 7:03h? Os contamos lo que sabemos.
Los husos horarios son divisiones artificiales y arbitrarias
En primer lugar, debemos aclarar que los husos horarios se corresponden con la división de la Tierra en 24 secciones en función de los meridianos (esto es, líneas imaginarias que cortan el planeta del polo norte al sur). Todos los husos horarios de la Tierra toman como referencia el tiempo universal coordinado (UTC), que es el principal estándar de tiempo, de ahí que cada huso horario especifique que es ‘UTC +/- el número de horas o minutos que se restan o suman’, aunque también tengan nombres locales como el caso de hora central europea (UTC+1).
¿Por qué se toma UTC como referencia? Esta hora es sucesora del tiempo medio de Greenwich, un estándar que se medía según el tiempo solar de esta ciudad británica (un cálculo de las horas del día respecto a la posición del sol en el cielo local). En la Conferencia Internacional del Meridiano de 1884, Reino Unido —país que mostró más interés y con la marina más potente del mundo en ese momento— llevó la propuesta de estandarizar todos los meridianos respecto a Greenwich, la cual fue aceptada por una delegación de geógrafos y astrónomos de 25 países.
Aunque UTC (y los husos horarios) ya se calcula mediante procedimientos muy precisos gracias a los relojes atómicos y laboratorios nacionales que fijan el patrón de tiempo (en España esto lo hace la Sección de Hora del Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando), cada estado elige el huso horario en el que quiere situarse según sus criterios. Por ejemplo, China mantiene el huso horario UTC+8 en todo el país por criterios de “unificación nacional” establecidos por Mao Zedong, a pesar de que geográficamente le atraviesan varios husos horarios (tiene un vecino en el UTC+5, Pakistán; y otro en el UTC+10, la ciudad rusa de Vladivostok); o Samoa, estado situado en el océano Pacífico, quien decidió cambiar su huso horario nacional en 2011, lo que implicó adelantar su calendario un día, algo que defendió su primer ministro porque el país tenía más interés en mantenerse en línea con el día y la hora de Nueva Zelanda (UTC+12) que con la de Hawaii (UTC-10).
La Orden ministerial de 1940 y posteriores cambios de hora
Volviendo a España, los cambios de hora de invierno y verano han sido los que han ido marcando cuál era el huso horario que adoptaba el país: de octubre a marzo, UTC+1; de abril a septiembre, UTC+2. Si bien se estuvo aplicando —y anulando— de manera irregular desde 1924, es en una Orden ministerial de 1940 donde se aplicó un adelanto a la hora del país que acabó por fijar a España en la hora UTC+1.
En la escueta exposición de motivos, el texto legal señala que era “conveniente” que España tuviera la misma hora que la de otros países europeos. Este cambio se realizó durante la dictadura franquista y algunos artículos en internet han señalado que este desfase era un guiño de Franco a la Alemania nazi para mantener la hora de Berlín, aunque otros expertos como Pere Planesas, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional y autor de La hora oficial en España y sus cambios, señala a la BBC que se trató de un “típico adelanto de la hora de verano”.
Este cambio de hora, en cualquier caso, resultó ser definitivo y es el que empezó a vincular a la España peninsular con el UTC+1, ya que hasta entonces los ferrocarriles, correos, telégrafos y líneas marítimas se regían por la misma hora que en el meridiano de Greenwich, tal y como venía publicado en la Gaceta de Madrid del 2 de julio de 1900.
Posteriormente, España ha ejecutado cambios de hora, pero siempre sin regresar a la hora de Greenwich o UTC. En 1974, motivado por la crisis de los precios del petróleo del año anterior, nuestro país y otros europeos comenzaron a establecer cambios de hora con el argumento de que esto supondría un ahorro energético y económico: “Una hora ‘más’ de luz al día suponía un menor consumo de derivados del petróleo”, explicaba Miguel Ángel Criado en El País. Este cambio de hora se armonizó en el conjunto de la Unión Europea mediante una directiva, que dejaba fijas las fechas en las que este movimiento de manecillas tenía que realizarse.
Expertos apuntan al UCT+1 como el huso horario más ‘equilibrado’
¿Existe un huso horario que sea mejor o peor para España? En 2018 se constituyó una comisión de personas expertas para la reforma de la hora oficial en nuestro país que explorase qué huso horario era más conveniente para el país. Un año después, este grupo concluyó su labor y no mostró una postura unánime respecto a este asunto ni se muestra favorable a ningún cambio horario concreto. La propuesta que las expertas trasladaron al Gobierno es "no producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no exista un consenso compartido y una difusión práctica a nuestra ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta".
A pesar de esta falta de acuerdo, en las reflexiones finales de este documento se reconoce que España peninsular está en “el huso horario equivocado”, a lo que agrega que esto “no debería ser problemático si fuéramos coherentes en nuestro horario y uso del tiempo”. Maldita.es consiguió este informe a través de una petición de acceso a la información pública conforme a la Ley de Transparencia.
En los escenarios que se manejaban para transicionar a una hora oficial concreta, el de UTC+1 era el más favorable para muchas de las expertas de esta comisión, aunque no se llegó a una postura unánime definitiva. En materia de educación y trabajo, es “el que proporcionaría una exposición más equilibrada para la mayoría del territorio español”; en salud, “los expertos en cronobiología abogan por mantener el horario fijo de invierno”; y en distribución de horas de sol, “anochecería antes solamente en verano, cuando las tardes ya de por sí son largas”.
María de los Ángeles Rol de Lama, profesora de Fisiología e investigadora en Cronobiología de la Universidad de Murcia, explica a Maldita.es que su equipo preparó simulaciones de cuánta luz recibían diferentes ciudades de la península para ver cómo incide esto en el sistema circadiano (el reloj biológico interno de los seres humanos). “Haciendo estas simulaciones, la situación más equilibrada, excluyendo a Canarias y Baleares, era mantener la hora UTC+1”.
Para defender esta tesis en la comisión de expertas, de la que formó parte la investigadora, Rol de Lama señala que en el sistema circadiano existe la curva de respuesta de fase a la luz, “la capacidad que tiene la luz de adelantar o retrasar nuestro reloj circadiano”, o lo que es lo mismo, a distinguir cuándo empieza nuestro periodo de actividad humana y cuándo acaba. Este reloj biológico no se corresponde al 100% con las 24 horas que dura un día oficial, ya que “la tendencia natural es a vivir días un poquito más largos de 24 horas, concretamente de 24,2 horas”. En palabras de la investigadora, esto explicaría por qué los humanos no tendríamos problema en retrasar nuestra hora de dormir pero nos resulta más complicado irnos a la cama antes.
Por todo ello, Rol de Lama defiende el UTC+1 como el huso horario más equilibrado desde el conocimiento de la cronobiología, sin contar aspectos económicos ni sociales. No obstante, reconoce que el tamaño geográfico de España peninsular y Baleares abarca todo un meridiano: “Lo que le vendrá bien al este le vendrá mal al oeste”, resume.
José Luis Casero, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (AHROE), apunta a Maldita.es que la posición de su colectivo es “defender el UTC+1 como nuestra hora natural, en base a los usos que les damos a esas horas: de trabajo, de educación, de ocio y de conciliación”.
El argumentario de este colectivo pasa por suprimir el cambio de hora estacional sobre la base de cómo impacta negativamente en nuestra salud, citando una investigación científica de 2020 publicada en el International Journal of Enviromental Research and Public Health en la que se observa un aumento del 3% en la mortalidad tras el cambio de hora de marzo, tomando datos de las estadísticas de mortalidad diaria de la ciudad de Viena entre 1970 y 2018.
Consulta aquí el informe de la comisión para el estudio de la reforma de la hora oficial de España:
Informe de la comisión para el estudio de la reforma de la hora oficial de España by Maldita.es on Scribd
Primera fecha de publicación de este artículo: 19/11/2021