Con el verano llega, tristemente, la temporada de incendios forestales. Y este año 2021 hay un factor que podría hacerlos más intensos: toda la madera muerta que dejó en enero la borrasca Filomena en buena parte de la península ibérica. Este combustible adicional podría incrementar la virulencia de estos fuegos forestales en algunas zonas de España. Os lo explicamos con más detalle.
A más madera seca, más posibilidad de incendios más grandes
Asun Cámara, ingeniera de montes y directora de la Escuela Politécnica de Mieres (Asturias), ha explicado a Maldita.es que Filomena "ha generado mucha madera seca. Los derribos de ramas y troncos no se han podido sacar del bosque. En las zonas de campo es inabordable sacar todo este combustible antes del verano". Aunque no se puede cuantificar el riesgo que supone esta madera seca, Cámara aclara que es mayor que en una situación normal.
Este riesgo extra, además de por la cantidad de nieve excepcional que cayó en algunas zonas, también se debe a que la gestión de los bosque (conocida como silvicultura) es insuficiente. Lo explica la ingeniera: "Si los árboles no se podan adecuadamente, con el peso de la nieve acaban cayendo y esa aglomeración de madera muerta acumula combustible seco y se convierte en un polvorín".
Por su parte, Pepe Almodóvar, también ingeniero de montes, director de Extinción en el dispositivo de incendios forestales de Castilla-La Mancha y miembro de la Pau Costa Foundation, aclara a Maldita.es que en esa comunidad autónoma "hay un efecto considerable de caídas de árboles" tras el paso de Filomena. Además, a algunas masas de pino carrasco, al tener el suelo helado durante tanto tiempo, se les helaron las raíces y están afectados aunque no sea visible, añade el experto.
Almodóvar no cree que Filomena afecte sólo a la temporada de incendios de 2021, sino que "se notará el efecto durante al menos cinco años, por toda la materia vegetal que ha llegado al suelo y todo el debilitamiento que sufren los árboles". Aunque se ha intentado reducir el riesgo quitando parte de esa materia seca, "nuestra capacidad es limitada porque ha sido algo extraordinario y hay mucho combustible disponible. En el primer año la capacidad humana no llega pero poco a poco lo iremos solventando".
En cambio, Ignacio Pérez-Soba, ingeniero de montes y decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Aragón, matiza a Maldita.es que sólo en determinados puntos Filomena supondrá un incremento de riesgo de incendios graves pero no a nivel nacional. De hecho, en Aragón "los montes no se dañaron mucho. Históricamente hemos tenido problemas de derribo de arbolado mucho mayores". Pero también señala que en el Sistema Central la nevada sí causó mucho daño en los bosques.
En opinión de Pérez-Soba, "el reto no está en un momento concreto sino en los centenares de hectáreas abandonadas sin tratamiento selvícola durante décadas". Para él, es más grave el abandono y falta de cuidado de los montes "que un fenómeno de derribos que en determinados puntos adiciona riesgo". El decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Aragón cree que Filomena sólo "es un añadido" a este problema de base.
Estos derribos de árboles incluso podrían evitar fuegos de copa, los más graves y que ocurren por continuidad de combustible desde las copas de los árboles hasta el suelo, mientras que "un pinar sin tratamiento en décadas genera combustible desde el tronco a la copa". Pérez-Soba señala un daño adicional provocado por Filomena: la acumulación de madera muerta favorece que las plagas ataquen la madera sana y puedan causar la muerte de árboles enfermos o dañados.
Primera fecha de publicación de este artículo: 19/07/2021