Aunque España no suele registrar grandes terremotos, sí hay actividad sísmica que de vez en cuando dejan imágenes como las del terremoto de Lorca (Murcia) de 2011 que alcanzó el grado 5. Granada ha vuelto a sufrir varios terremotos que se suman a los del sábado 23 de enero.
En caso de que se produzca un temblor sísmico, algunos riesgos serán inevitables, pero existen una serie de recomendaciones que te pueden ayudar a minimizarlos. Por eso, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ofrece una serie de consejos para llevar a cabo antes, durante y después de un terremoto.
Si vives en una zona de riesgo puedes tomar ciertas precauciones
Sí, ya hemos dicho que en España no suelen registrarse grandes terremotos. No obstante, hay zonas con peligrosidad sísmica alta, como el caso del sureste de la península. Por eso, si vives en una de estas zonas, no está de más que sigas estas recomendaciones.
Ten a mano un botiquín de primeros auxilios y algunas linternas, preferiblemente de dinamo para no depender de las pilas o baterías recargables, ya que es posible que cuando el temblor termine tengamos que cortar la luz. La corriente de agua también se puede ver afectada, por lo que es recomendable almacenar agua embotellada y comida no perecedera. Las redes de telefonía móvil pueden dejar de funcionar, así que una radio con pilas será útil en ese caso para enterarnos de lo que está ocurriendo. Otros objetos útiles son un silbato y un extintor.
También hay que conocer las zonas seguras de la vivienda, por si te pillase dentro, y saber cerrar todas las llaves de paso, tanto del agua como del gas y cortar la electricidad. Es importante que las medidas de precaución las conozcan todos los miembros de la familia ya que un terremoto puede tener lugar en cualquier momento, sin previo aviso. Y por supuesto, apréndete de memoria los números de emergencias o tenlos a la vista.
Otra forma de prevenir que puede ser útil es no colocar objetos grandes y pesados en alto y asegurarnos de anclar muebles y demás a la pared.
Durante el terremoto, aléjate de objetos pesados, agáchate y protégete la cabeza con las manos
Vale, no te lo esperas y de repente todo comienza a temblar. ¿Qué puedes hacer? En primer lugar, no pierdas la calma. Si estás dentro de un edificio, agáchate, busca cerca un lugar en el que te puedas resguardar y protege tu cabeza con ambas manos. Por ejemplo, puedes meterte debajo de una mesa. Si no tienes dónde meterte, pégate a una pared lejos de ventanas y agáchate de la misma forma. Sobre todo, evita en la medida de lo posible ponerte cerca de cualquier objeto que se pueda caer. Si estás en el exterior, aléjate de edificios, muros o postes eléctricos.
Si te ha cogido conduciendo, lo mejor es que pares en un lugar seguro, enciendas las luces emergencia y te quedes dentro del vehículo, y si vas en silla de ruedas, ponle el freno y protégete la cabeza con las manos.
¿Qué puedes hacer una vez que ha terminado?
Una vez que el temblor ha pasado debes cortar la luz y cerrar las llaves del agua y del gas. Intenta apagar cualquier fuego, si lo hay, lo antes posible y no enciendas ninguno. Si tienes que alumbrar, usa linternas (sí, esas que hemos dicho antes que no está mal tener a mano). Además, no intentes salir de un edificio por el ascensor; usa siempre las escaleras y no intentes entrar en edificios que puedan estar dañados.
Si te has quedado atrapado debajo de objetos o escombros, lo primero que puedes tener la tentación de hacer es gritar, pero hacerlo puede provocar asfixia con el polvo. Así que cúbrete la nariz y la boca e intenta dar golpes para que los servicios de emergencias u otras personas puedan localizarte. Si hay heridos graves, procura no moverlos hasta que lleguen los servicios sanitarios, a menos que corran un peligro inminente.
Además, el Instituto Geográfico Nacional también recomienda no usar los teléfonos a no ser que sea estrictamente necesario. Y sobre todo, no bajes la guardia porque es posible que haya réplicas después de un terremoto.
Primera fecha de publicación de este artículo: 24/01/2021