El pasado mes de octubre publicamos un artículo en el que explicamos por qué hay que tener cuidado con el consumo de infusiones durante el embarazo. El motivo de esta precaución es la falta de datos y evidencias científicas que confirmen que se traten de bebidas seguras para la gestación y la lactancia. De ahí la recomendación de priorizar la cautela y evitar su consumo.
Inspirada por esta pregunta, nos habéis consultado si hay personas a las que no se les recomienda beber tila, una infusión que se elabora con flores de diferentes especies del género Tilia. La respuesta es similar: dado que se trata de una infusión sobre la que no se ha establecido si es o no segura en embarazadas, lactantes y menores de cuatro años, se desaconseja su consumo en estas personas, por principio de precaución. Te contamos en profundidad.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA, siglas en inglés) cuenta con un comité de productos medicinales a base de plantas. El órgano recopila evidencia científica sobre estas sustancias, sus efectos en el organismo y su posible interacción con fármacos. Así, las entidades nacionales cuentan con información estandarizada de estos productos, que se elaboran con plantas que tienen principios activos —con capacidad de generar cambios en el organismo— y, por tanto, requieren una vigilancia para confirmar que son seguros.
Dicho comité redactó un informe de evaluación donde se reconocía que las infusiones de tila elaboradas con diferentes especies florales del género Tilia (en concreto, Tilia cordata Miller, Tilia platyphyllos Scop., Tilia x vulgaris Heyne y sus combinaciones) se usan para aliviar los síntomas del resfriado común y la tensión nerviosa leve. El informe indica que existen evidencias in vitro (en laboratorio), in vivo (en animales) y empíricas que apoyan estos usos; aunque recalca que faltan ensayos clínicos controlados que corroboren tales datos.
Sin embargo, este mismo informe subraya que no hay información suficiente sobre el uso tradicional de esta infusión en embarazadas y lactantes, por lo que se recomienda, en concordancia con la práctica general médica, que no se empleen en estas personas. Del mismo modo, tampoco hay datos sobre el uso tradicional de la tila en menores de cuatro años, de ahí que tampoco se les aconseje su consumo.
Por otro lado, este informe también reconoce que no hay estudios sobre el efecto de la tila en la conducción o el uso de la maquinaria pesada. En este caso no existe un aviso para que no se consuma, simplemente que falta evidencia. También es importante comentar que hay personas que tienen una hipersensibilidad a la tila, a las que —obviamente— tampoco se les recomienda su uso.