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Qué dicen los estudios sobre la relación entre anuncios y consumo infantil de productos perjudiciales para la salud de los niños a los que Consumo regulará la publicidad

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Este jueves 28 de octubre el ministro de Consumo Alberto Garzón ha anunciado la aprobación de un decreto que prohibirá la publicidad orientada a menores de determinados grupos de alimentos considerados especialmente insanos, incluidos chocolates, dulces, galletas, postres, zumos y helados, según ha anunciado el ministerio.

Según lo avanzado, y a falta de que se concrete en el texto legal, desde su aprobación esa publicidad no podrá emitirse:

  • En ningún programa emitido en horario especialmente protegido (de lunes a viernes de 8 a 9 y de 17 a 20 y sábados, domingos y festivos de 9 a 12).
  • En canales de televisión infantiles.
  • En radios y televisiones generalistas "cuando haya una elevada audiencia de menores de 16 años".
  • Antes y después de programas dirigidos a público infantil en televisiones online en abierto.
  • En internet, redes sociales y apps con contenido dirigido a menores de 16 años.
  • En medios impresos o secciones dirigidas a menores de 16 años.

Consumo ha cogido como criterio el de los perfiles nutricionales de la OMS, que agrupa los alimentos por categorías de productos similares. En concreto se ha anunciado que se prohibirá la publicidad de cinco de esas categorías: la de confitería de chocolate y azúcar, barritas energéticas y coberturas dulces y postres; la de productos de pastelería (que incluye entre otros los productos de bollería y las galletas); la de bebidas energéticas; la de zumos y la de helados.

Habrá otros productos (bebidas, snacks, salsas...) cuya posibilidad de anunciarse dependerá de que en su composición no se superen determinados límites: "por ejemplo, todos los aperitivos (snacks) salados con azúcares añadidos o más de 0,1 gramos de sal por cada 100 gramos", dice el anuncio del ministerio.

Hasta ahora, la publicidad para menores en nuestro país de los alimentos ultraprocesados e insanos se regía por un principio de autorregulación: un código de buenas prácticas creado y adoptado voluntariamente por las compañías que venden estos productos, llamado Código PAOS.

Obesidad infantil y el impacto de la publicidad: lo que dicen los estudios

En Maldita.es ya hemos hablado de la obesidad infantil y el problema de salud que supone, tanto a nivel individual de los menores que la padecen como a nivel de salud pública por el impacto que esto tiene en las tasas de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Algunos estudios han analizado la relación que existe entre la publicidad de productos insanos y la obesidad infantil.

Una investigación realizada en España en 2016 (con datos de 2012) por miembros del Instituto de Salud Carlos III y del Centro Nacional de Epidemiología analizó la publicidad de productos alimenticios a la que están expuestos los menores. El autor principal, Miguel Ángel Royo Bordonada explicaba en este artículo de El País que "un menor ve de media unos 25 anuncios de bebidas y alimentos al día y, de todos ellos, dos tercios son productos no recomendables”. De hecho, según las conclusiones del estudio, "más de la mitad de los productos alimentarios anunciados para niños por televisión en España presentaban alegaciones nutricionales o de salud" y sin embargo, la mayoría de esos productos eran menos saludables, pudiendo inducir a confusión.

Otro estudio de 2016 realizado en Andalucía concluía, en el mismo sentido, que la publicidad de productos alimenticios para público infantil se basaba en productos de poco valor nutricional y en el uso de recursos como la fantasía o los regalos, "centrándose más en el incentivo que en el alimento", y reclamaba medidas más eficaces que la actual autorregulación "para contrarrestar estas informaciones publicitarias distorsionadas".

Otra investigación española posterior, publicada en 2019, analizó las estrategias comunicativas de este tipo de publicidad. En sus conclusiones recogía también que el código PAOS no parecía ser suficiente para regular esta cuestión, por motivos como que no tiene en cuenta la calidad nutricional de los productos anunciados y por tanto se ha producido una saturación de productos de bajo nivel nutricional y apenas existen campañas para alimentos saludables. "El lenguaje hedonista en los anuncios de comida insana es un aspecto prioritario a tratar".

También en 2019 la revista Nutrients publicó una revisión sistemática de estudios que han analizado cómo el marketing de productos alimenticios influye en el consumo, las preferencias y las elecciones de los menores. Tras analizar 71 estudios, concluye que se pueden relacionar cambios a favor de determinados alimentos a partir de las técnicas de marketing utilizadas para promocionarlos, especialmente los que aparecen en televisión. "Juntos, estos estudios constituyen una sólida evidencia para apoyar la restricción de la publicidad de alimentos a los niños".

Por todos estos motivos, muchos nutricionistas y expertos han celebrado el anuncio de la medida del Ministerio de Consumo, a la espera de que se concrete especialmente la parte de la prohibición en internet, redes sociales y apps y también el momento en que entrará en vigor.

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