Cuatro conciertos, 200.000 entradas vendidas y tú te has quedado sin la tuya para ver a Coldplay en directo el próximo mes de mayo en Barcelona. Probablemente hayas pensado una solución: comprarla en reventa.
Aunque tanto los expertos como organizaciones de consumidores como la OCU o el departamento de consumo del Ayuntamiento de Madrid o de la Junta de Andalucía recomiendan comprarlas siempre en puntos oficiales y nunca en reventa, sois muchos los que nos estáis pidiendo consejos a través de [email protected] para poder comprarlas de forma segura. Por ello, te traemos las recomendaciones de los expertos con los que hemos contactado:
Basta con hacer una búsqueda rápida en internet para encontrar diversas páginas que anuncian la reventa de entradas para alguno de los conciertos de los británicos que tendrán lugar en el Estadi Olímpic Lluís Companys de la ciudad Condal: Milanuncios, Viagogo, TicketSwap…Pero cuidado porque en Maldita.es ya hemos detectado cómo los timadores están al acecho de aquellos que no tuvieron éxito en la cola virtual de la venta oficial. ¿En qué debes fijarte antes de enviar un pago al vendedor?
Usa el sentido común e infórmate de las responsabilidades que asume la página de compraventa
Lee las responsabilidades que asume la empresa o plataforma. Desde el Ayuntamiento de Madrid aconsejan, si finalmente se opta por una entrada en reventa, leer “detalladamente las condiciones generales aplicables y la responsabilidad sobre el cumplimiento del contrato que asume la empresa que intermedia en la transacción realizada entre vendedor y comprador”. Esto es, si la página en la que decides comprar la entrada asume algún tipo de responsabilidad en caso de que no recibas la entrada o esta no sea original o válida y si, por tanto, llegados a este punto te devuelven el dinero.
También es importante que antes de tomar una decisión te fijes en el precio que tenía la entrada en el punto de venta oficial y el precio al que te la están vendiendo.
Usa el sentido común. Nuestra maldita, criminóloga y jurista especialista en ciberinteligencia, privacidad y ciberseguridad, Susana Alwasity, nos aconseja que nos fijemos en la fiabilidad de la página, en los comentarios que dejan los usuarios, en esos factores que nos deben hacer sospechar de un posible timo.
Contactados por Maldita.es, desde el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) también recomiendan “sospechar si el vendedor se niega a contactar vía llamada telefónica y únicamente acepta mensajería instantánea” y “buscar vendedores con buena reputación dentro de las plataformas de compraventa. Son mejores muchas valoraciones positivas que pocas 100% positivas”, señalan.
Comunícate a través de la plataforma de compraventa. En la misma línea que el INCIBE, desde Milanuncios piden que los usuarios se comuniquen siempre a través del chat interno de la plataforma y no mediante WhatsApp u otra vía. También aconsejan no confiar en anuncios mal redactados, que podrían haber sido “publicados mediante bots”, y “desconfiar de los anunciantes que indican datos personales, como el email o el teléfono”.
Si te da su teléfono, búscalo en internet. Algunas personas que han escrito a Maldita.es a causa de este timo, han descubierto que al buscar el número de teléfono en internet de la persona que les engañó, le aparecen decenas de comentarios en foros de personas que han sido timadas. Por tanto, la búsqueda del número de teléfono puede salvarte de un fraude como este.
Haz las transacciones en persona. Sabemos que posiblemente tienes muchas ganas de ir a ese concierto. Para que adquieras la entrada de forma segura, según Milanuncios, lo mejor es formalizar siempre el contrato y hacer las transacciones en persona. En caso de que te pidan un adelanto, aconsejan que sea “lo más bajo posible” y nunca pagues el 100% del precio.
Una vez que el vendedor me muestra la entrada, ¿cómo sé si es original?
Puede que quedes en persona con el vendedor e incluso puede que te permita pagar en mano el precio completo de la entrada, la cuestión está en si sabemos identificar si es falsa o no.
Hace unos años “se podía desconfiar de la validez de una entrada, al tener peor calidad, presentación...pero hoy en día, son numerosos los casos en los que se han detectado entradas que son una réplica casi exacta a la original. En estas réplicas, tienden a cambiar la referencia o número de entrada y el código de barras, y a simple vista, el e-ticket suele ser muy similar a la entrada original”, nos explica Alwasity.
En muchas ocasiones, señala, “por desgracia el consumidor o usuario se percata del fraude a la hora de entrar al evento, una vez se verifica que el código de barras o QR de la entrada no es válido. Es por ello, que hay que intentar recurrir a los sitios oficiales, o en su defecto, en el caso de optar por plataformas de compraventa, debemos acudir a portales que garantizan una protección adicional al usuario final, para que se reembolse el importe en el caso de sufrir alguna incidencia”.
Si decidimos asumir el riesgo y comprobar si las entradas son legítimas “habría que diferenciar entre e-tickets (entradas adquiridas online) y entradas físicas”.
En el caso de las físicas, debemos fijarnos “en la calidad del papel, mirar a contraluz para ver si cuenta con marcas de agua no visibles a simple vista o ver si cuenta con alguna URL o enlace que verifique la legitimidad de la entrada”. No obstante, señala que “lo más eficaz sería compararlo con una entrada oficial”. Por tanto, si conoces a alguien que ya tenga su entrada para ir al concierto, lo mejor es que se la pidas o que te acompañe al lugar en el que has quedado con el vendedor para compararlas.
Si estamos ante un e-ticket, es más complicada su verificación, según la experta en ciberseguridad, “dado que suelen revenderse entradas no nominativas, en algunos casos entradas legítimas, a más de una persona”. Esto es lo que se denomina entradas duplicadas. En el año 2019, último del que hay cifras publicadas, “más de 1.200 personas se quedaron sin poder acceder al WiZink Center de Madrid en alguno de los 85 conciertos que se celebraron en el recinto, por tener entradas falsificadas o duplicadas adquiridas en canales no oficiales”, según publicaban en la página web del propio recinto.
“Al llegar al evento, la primera persona que valide el ticket accede al recinto y al resto les saldrá la entrada como inválida. Es por ello, que la seguridad de la entrada del evento se incrementa siempre que sea nominativa”, añade.
“Del mismo modo, en muchas ocasiones, la entrada digital si es en formato pdf, suele ser una réplica de otra entrada legítima. Para ello, hay que dudar de lo más mínimo. Cualquier línea del código de barras no definida, o cualquier detalle de diseño mínimo”, sería buen motivo para sospechar, señala.
Otro método que, según Alwasity, puede incrementar ligeramente la seguridad de nuestra entrada “pasa por solicitar una entrada en formato Passbook y añadirla a nuestros dispositivos o smartphones (por ejemplo en Wallet en iOs o aplicaciones de Passbook en Android). Este formato lo tienen entre otros entradas.com o Ticketea, y suelen contar con una firma digital”.
Un último consejo que nos da nuestra maldita es que en caso de duda sobre una entrada adquirida en una plataforma de compraventa, sea remitida la misma a la organización del evento (con anterioridad a que éste se celebre), dado que pueden comprobar el código de barras, QR, o número de referencia de la entrada, entre otros, para indicarnos sobre su legitimidad y poder evitarnos el disgusto de que nos pille ya en el día del evento”.
Los expertos recomiendan denunciar si ha habido fraude en la compraventa de entradas
“No sé si denunciarlo, ¿es legal la compra de entradas en reventa?” nos pregunta una persona que se puso en contacto con nosotros a través de [email protected] para contarnos que la habían timado.
El maldito y abogado experto en protección de datos, privacidad y nuevas tecnologías de la información y la comunicación, Gerard Espuga, explica a Maldita.es que en la compraventa de entradas hay una especie de vacío legal. “La única norma aplicable a la distribución de entradas para eventos o espectáculos a nivel estatal es el Reglamento de policía de espectáculos públicos y actividades recreativas, y en su artículo 67.2 prohíbe "la venta y reventa callejera o ambulante de localidades”, por tanto no establece nada respecto a la reventa a través de plataformas digitales.
Para el también maldito y abogado de derecho penal, Juan Ortolá, “hay que interpretar la ley de acuerdo con la realidad social del tiempo en que ha de ser aplicada. Esto significa que el Reglamento mencionado “de 1982 no contemplaba el uso de internet pero lo que quería evitar era la venta fuera de taquillas o establecimientos autorizados, por lo que la reventa por internet no estaría permitida”, si se aplicase a la realidad actual. No obstante, recalca que “si la ley no prohíbe la reventa por internet, está permitida”.
“A nivel de comunidades autónomas, hay algunas que prohíben expresamente la reventa a través de internet, otras que no lo han regulado y otras que sí”, indica Espuga. Andalucía, es una de ellas y “establece que 'la reventa de entradas o localidades podrá llevarse a cabo en un establecimiento físico o a través de técnicas de comunicación a distancia'”, añade.
Galicia, en cambio, “prohíbe la reventa de entradas por cualquier medio, papel o internet”, nos indica Ortolá. Según esta norma, se entiende como reventa aquella que tenga “la finalidad de obtener beneficio económico”, es decir, “cuando el precio de reventa sea superior al de adquisición”.
Sin embargo, Ortolá insiste en que “en ocasiones las plataformas de reventa no son españolas y eluden la legislación española, de modo que todas estas reflexiones sobran”.
Ambos expertos, además, coinciden en que si se produce una estafa, hay que denunciarlo. “Lo importante es que has pagado un dinero y no has recibido la entrada, o la entrada se ha vendido varias veces. Esto es un delito, sea legal la reventa o no”, declara Ortolá, que incide en que “a ellos nunca les va a pasar nada, es el vendedor o revendedor el que podría resultar sancionado”.
“El hecho de que la reventa a través de plataformas digitales no esté regulada de manera uniforme, no significa que no se puedan emprender acciones legales contra estas plataformas por la vía civil o mercantil, por publicidad engañosa, competencia desleal o incumplimiento de contrato'', concluye Espuga.
Si tú también crees que has sido víctima de esta o alguna otra estafa, ponte en contacto con nosotros mandando un correo electrónico a [email protected].
En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Eduardo Carrasco, Susana Alwasity, Gerard Espuga y Juan Ortolá.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 26/08/2022