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¿Es perjudicial para la salud el consumo diario de café soluble?

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Claves
  • El café soluble es un extracto de los granos de café ya tostados al pasarlos por agua y concentrar el resultado
  • La cafeína en el café soluble es la misma sustancia que la del café molido o 'de cafetera', aunque la cantidad puede ser diferente
  • Aunque el café soluble podría contener más acrilamida, todavía hacen falta estudios respecto a si su consumo es o no preferible para la salud
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Aunque el café soluble es muy socorrido, también puede ser considerado todo un ‘sacrilegio’ por parte de los amantes de esta bebida. ¿Puede su consumo diario, en su versión con cafeína, ser perjudicial para la salud? ¿Es o no preferible su consumo al consumo de café ‘de cafetera’, el molido?

Para estar todos en la misma página, según explica en la revista Consumer Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos y dietista-nutricionista, el café soluble es un extracto del café que se consigue, primero, al pasar agua sobre los granos de café tostados, y segundo, concentrando este extracto para conseguir un polvo con los compuestos solubles y aromáticos del café.

La Directiva europea 1999/4/CE recoge las definiciones concretas para los diferentes tipos de café soluble y la cantidad de materia seca que debe proceder del café: 95%, entre un 70 y un 85% o entre un 15 y un 55%, en función de si se trata de extracto de café, extracto de café en pasta o extracto de café en líquido, respectivamente. También existen unos porcentajes cuando el café soluble es torrefacto, según indica el Real Decreto 1676/2012, de 14 de diciembre, por el que se aprueba la norma de calidad para el café.*

Al ser el café soluble un producto que se obtiene a partir del café molido, la cafeína no es de un tipo distinto. Sin embargo, sí puede tener distintas cantidades y concentraciones de cafeína dependiendo del producto y de los estándares a los que se presten atención.

Por ejemplo, la opinión científica sobre consumo de cafeína y su impacto en la salud de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y Nutrición (EFSA, por sus siglas en inglés), no encuentra diferencias entre la concentración de cafeína del café instantáneo (445 miligramos de cafeína por litro de producto) y una bebida de café (445 mg/L, también), pero sí respecto a un capuccino (273 mg/L) o un expresso (1.340 mg/L). En este otro trabajo científico se evalúan los miligramos de cafeína presentes en el café soluble por cada taza (para la que se usan dos gramos de café instantáneo y 125 mililitros de agua). Los valores se sitúan desde los 48 mg de cafeína en el caso más light hasta los 88 miligramos para el más fuerte.

Estas cifras son importantes porque la cantidad de cafeína diaria considerada segura para un adulto sano son 200 miligramos, o 3 miligramos por kilo de peso de quien la consume, lo que equivale a casi tres tazas de café expresso bien cargado, según indica la EFSA. Una taza de café soluble diaria, teniendo en cuenta su concentración, estaría dentro de este límite seguro de cafeína.

Más allá de la cafeína, ¿hay alguna diferencia entre el café soluble y el molido que nos decante por uno u otro desde el punto de vista de la salud? Las hay, pero las evidencias son limitadas.

Este trabajo publicado en noviembre de 2022 en el European Journal of Preventive Cardiology estudió el impacto de diferentes tipos y consumos de café en la incidencia de enfermedades cardiovasculares, arritmia y mortalidad, usando para ello una base de muchísimos datos de salud de ciudadanos británicos y durante un gran rango temporal (449.563 participantes durante 12,5 años). Así, encontraron que tanto el café descafeinado, como el molido y el instantáneo, “particularmente, 2-3 tazas al día”, se asocia a una reducción significativa de las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad; mientras que solo el molido y el instantáneo (ambos con cafeína) se asociaban a una reducción de las arritmias. Eso sí, tenemos que destacar que este estudio es observacional, es decir, no se puede afirmar que los cafés son los que causan esta reducción de incidencias (recordad que correlación, es decir, dos variables que ocurren juntas, no implica causalidad, es decir, que una cause necesariamente la otra), y que los beneficios se atribuyen cuando esta bebida se toma sin azúcar, leche u otros edulcorantes que se le suelen añadir al café.

Otro trabajo científico publicado en 2010 en Molecular Nutrition & Food Research evaluó la capacidad antioxidante —esto es, dar cierta protección ante el estrés oxidativo— del café instantáneo en 36 participantes. Encontró que esta bebida tiene efectos beneficiosos para la salud y redujo la oxidación del ADN, lípidos y proteínas, reduciendo así la posibilidad de incidencia de varias enfermedades del hígado, colon, cáncer, diabetes y trastornos neurodegenerativos. Hay que recalcar, por un lado, que no es que compararan los efectos del café instantáneo frente a los de otro tipo, sino que este es el tipo de café que se empleó en este estudio y para el que se vieron esos efectos beneficiosos, y por otro que 36 personas es una muestra demasiado pequeña para extraer conclusiones sólidas.

Otro posible efecto positivo del café soluble, que no tiene que ver con la salud, es que parece tener una huella de carbono menor al café molido, en cápsulas o expresso, según esta revisión de literatura científica publicada en 2017 en Journal of Industrial Ecology. En este artículo de The Conversation, los autores de la investigación, de la Universidad de Quebec (Canadá), explican las conclusiones de su trabajo.

En el lado negativo, hay evidencia científica (ver 1 y 2) que apunta a que el café soluble puede contener más acrilamida que el molido. Esta sustancia se crea de forma natural durante procesos a altas temperaturas (fritura, cocción, asado o procesos industriales a 120 ºC y a baja humedad) y está incluida en la lista del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) en el grupo 2A: potencialmente carcinogénico para humanos. No está demostrado que sea cancerígeno para humanos, aunque sí se ha visto que su exposición en ratones se asocia a más riesgo de cáncer en estos animales. Así, el reglamento europeo que establece los niveles umbrales de acrilamida en alimentos dictamina que el café soluble puede tener 850 microgramos de acrilamida por kilo de producto, más del doble que el café tostado (400 microgramos/kilo).

*Este artículo ha sido actualizado el 13 de febrero de 2023 para agregar una normativa española sobre el café soluble torrefacto.


Primera fecha de publicación de este artículo: 09/02/2023

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