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El alimento que no alimenta: qué es la pasta Konjac y en qué se diferencia de la pasta habitual

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  • La pasta Konjac, al contrario que la pasta habitual, carece de hidratos de carbono, por lo que presenta muchas menos calorías. 
  • En su composición tampoco cuenta con otros nutrientes como proteínas o grasas: está elaborada exclusivamente con fibra y más de un 95% de agua. 
  • No se considera una alternativa saludable, tampoco para adelgazar, ya que no cumple con la función principal de un alimento: nutrirnos 

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“¿Qué preferirías, comer sin engordar o ganar dinero sin trabajar (o cualquier otra alternativa poco sensata)?”. Error. Está claro que a muchos nos gusta comer y disfrutamos de un buen plato de nuestra comida preferida. Del proceso del papeo, en su conjunto. Ahora bien, con planteamientos aleatorios (‘O esto o lo otro’) que utilizan esta variable, la posibilidad de comer sin engordar, nos estamos olvidando de una parte imprescindible de esta historia: no solo comemos por el disfrute que esto supone, comemos para nutrirnos, para obtener las sustancias necesarias de cara a que nuestro cuerpo pueda funcionar correctamente.

En este contexto, nos habéis preguntado por un producto que puede sonar a unos y extrañar a otros: la pasta Konjac, que ni es pasta ni es nah. Esta se promociona como un tipo de pasta prácticamente exenta de calorías (entre 7 y 9 por cada 100 gramos frente a las entre 300 y 400 de la pasta seca) y sin hidratos de carbono. Es más, la cosa no queda aquí: lejos de carecer únicamente de este nutriente, tampoco aporta proteínas ni grasas. ¿¡Qué narices es, entonces!? Fibra y un 95%, aproximadamente, de agua. Además, es un producto muy saciante.

La clave en este asunto es que la Konjac es pasta elaborada con glucomanano, un tipo de fibra dietética procedente de los tubérculos de la planta asiática Amorphophallus konjac. “El glucomanano es una fibra muy soluble que posee una excepcional capacidad de captar agua, formando soluciones muy viscosas”, señala este artículo de SciELO, biblioteca virtual de revistas científicas españolas de ciencias de la salud. Esta característica, poder retener tal cantidad de agua, es precisamente la que consigue que la pasta Konjac sea tan saciante.

Por ello, “se utiliza como espesante (por ejemplo, en salsas) o como gelificante (como en la pasta ‘para adelgazar’ que se pone de moda cada cierto tiempo)”, comenta a Maldita.es Miguel Ángel Lurueña, tecnólogo de los alimentos. “Como curiosidad: como forma geles que no se deshacen en la boca, su uso está prohibido para elaborar algunos productos de confitería por riesgo de asfixia”, añade.

¿Pasta Konjac para adelgazar?

No tener apenas calorías y sí fibra, uno de los nutrientes más saciantes, puede hacernos dar por hecho que introducir pasta Konjac en nuestra alimentación es una forma perfecta para perder peso sin pasar hambre. Hasta aquí todo parece tener sentido. Frente a todo pronóstico: no, no sería la mejor elección. Especialmente por dos motivos.

El primero es que el hecho de apostar todo a una dieta hipocalórica (en la que se consumen menos calorías de las que se gastan) no es la manera más adecuada de conseguir perder peso. Como explicaba a Maldita.es Diana Díaz Rizzolo, doctora en biomedicina, nutricionista y profesora en la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), “no podemos pensar en el equilibrio energético como principio físico sin considerar también los mecanismos biológicos que promueven el aumento de peso”. Basarnos solamente en el equilibrio de calorías consumidas versus gastadas sin tener en cuenta nada más es simplemente, según Díaz, banalizar el metabolismo.

El segundo, y como adelantábamos al inicio, ¿de qué nos sirve un alimento que, en realidad, no alimenta? "Es como si me dices que quieres adelgazar comiendo poliespán", apuntaba en El Español Daniel Ursúa, dietista-nutricionista. "El fin que perseguimos al comer es, o debería ser, nutrirnos. La pasta con glucomanano no aporta nada y, por lo tanto, es mucho más interesante comer un plato elaborado con pasta o arroz integral, que tiene un montón de nutrientes, fibra entre ellos, y que no engaña a tu estómago con un alimento que no aporta nada", añadía.

Declaraciones sobre propiedades saludables para el glucomanano: no vale todo

Para que los productos elaborados a base de glucomanano puedan alegar o declarar determinadas propiedades saludables, deben seguir pautas establecidas por la Unión Europea.

Si en el envase leemos que el producto “contribuye al mantenimiento de los niveles normales de colesterol en sangre", el alimento debe aportar diariamente cuatro gramos de glucomanano y “se tiene que informar de que el beneficio se obtiene con una ingesta diaria de cuatro gramos de glucomanano”, como explica a Maldita.es Beatriz Robles, dietista-nutricionista, tecnóloga de los alimentos y maldita que nos ha prestado sus superpoderes. “Por otra parte, esta propiedad es lógica, dado que es algo que comparte con otras fibras solubles (esto es exactamente eso, una fibra soluble, que atrae el agua y se convierte en gel durante la digestión)”, añade Robles. Encontramos casos similares en la fibra procedente de la avena, de las nueces y algunas frutas y verduras.

En cuanto al reclamo "en el contexto de una dieta restringida en energía contribuye a la pérdida de peso", este puede hacerse en aquellos productos que contengan un gramo de glucomanano por ración. “Tiene que informarse de que el efecto beneficioso se obtiene con la ingesta diaria de tres gramos de glucomanano en tres dosis de un gramo cada una, junto con uno o dos vasos de agua, antes de las comidas y en el contexto de una dieta restringida en energía”, continúa Robles.

Por último añade que lo que se está haciendo con esta estrategia es tratar de generar una sensación de saciedad activando los receptores mecánicos del estómago, que van a detectar el incremento de volumen, que es lo que va a pasar al hidratar la fibra soluble.

La importancia de no demonizar los hidratos de carbono (ni ningún otro grupo de alimentos)

Aunque solamos relacionar los hidratos de carbono con bollería industrial, snacks, productos ultraprocesados y harinas refinadas, estas no son las únicas ni las principales fuentes (y, si las retiramos de nuestra dieta, nos estaremos haciendo un favor). De hecho, alimentos como la fruta, la verdura, pasta y cereales integrales, legumbres, saludables e interesantes, también son ricos en este nutriente. Conclusión: que la pasta Konjac no tenga hidratos de carbono no hace de ella un producto adecuado porque estos también son necesarios para una dieta equilibrada.

Muchas de las dietas milagro a cuya propaganda estamos continuamente expuestos son las dietas que reducen drásticamente el consumo de carbohidratos. Como explicamos en Maldita.es, aunque para ciertas personas puede ser eficaz a corto plazo, siempre que se realice con ayuda de un nutricionista, no hay suficientes estudios sobre su eficacia a largo plazo por su baja adherencia (es decir, es difícil de mantener en el tiempo). Además, puede conllevar una serie de riesgos en determinadas personas o efectos secundarios, como un efecto rebote.

Existen revisiones de estudios que concluyen que este tipo de dietas pueden ser una herramienta útil para tratar la obesidad en manos de un médico. Eso sí, no son recomendables en personas diabéticas o con problemas renales y tampoco aconsejables para personas que hayan intentado perder peso por diferentes vías o con riesgo de padecer un trastorno de la conducta alimentaria, ya que “no ha demostrado especial eficacia en el largo plazo y este tipo de personas lo último que necesitan es un nuevo fracaso en su intento por cambiar de hábitos”, según explicaba a Maldita.es el dietista-nutricionista Daniel Ursúa.

Y, para aquellos que se los prohíben por la noche porque, supuestamente, ‘engordan más’ o ‘sientan peor’, recordamos que es mucho más importante el tipo de carbohidratos que consumamos que la hora a la que lo hagamos. Principalmente es decisivo el porcentaje de azúcares libres (cuya ingesta debemos moderar, por su impacto en la salud) frente a los intrínsecos (los que están presentes de forma natural en alimentos como la fruta).

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos que forma parte de Superpoderosas, un proyecto de Maldita.es en colaboración con FECYT que busca aumentar la presencia de científicas y expertas en el discurso público a través de la colaboración en la lucha contra la desinformación.

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