Están circulando algunos artículos que advierten de que tomar dos o más tazas de café o té al día "puede provocar cáncer de pulmón".
La noticia proviene de un análisis en el que se han revisado 17 estudios sobre esta temática para tratar de extraer una conclusión. Sin embargo, las evidencias científicas a día de hoy no son lo bastante sólidas como para ser tajantes: los autores advierten en sus conclusiones de que los estudios revisados "arrojaron resultados poco consistentes", ya que "el consumo de estas bebidas está estrechamente relacionado con los hábitos de los fumadores".
Los resultados de dicho análisis muestran que, en los no fumadores que beben dos o más tazas de café al día, el riesgo de cáncer de pulmón era un 41% mayor que en quienes no bebían café. El estudio también analizaba la relación entre el consumo de té y el cáncer de pulmón, y recoge que frente a quienes no beben té, en los consumidores de dos o más tazas de té diarias el riesgo de cáncer de pulmón aumenta en un 37%.
Según el análisis, los resultados son independientes de factores como la edad, la raza y el tipo de café o té consumido (con o sin cafeína o teína).
Sin embargo, Jingjing Zhu, autor principal del análisis, reconoce las limitaciones del mismo: por un lado, se trata de un estudio observacional (aquí podéis leer una buena explicación de en qué consisten estos estudios y por qué sus conclusiones deben tomarse con cautela) y no demuestra la relación causa-efecto del café/té y el cáncer de pulmón; por otro, aunque se siguió la pista de los participantes durante varios años, los datos sobre el consumo de tabaco, café y té solo se recopilaron una vez, al inicio del mismo (en el caso de que los participantes cambiasen sus hábitos, los resultados no lo contemplarían, por lo que estarían incompletos). Tampoco contempló a los posibles fumadores pasivos, lo que también habría podido alterar las observaciones.
De hecho, Zhu indicó que en los 17 estudios revisados no se distinguía qué fue lo que realmente provocó que el cáncer de pulmón se desarrollase, si el tabaco o las bebidas.
Según las declaraciones de Julie Fisher, oncóloga en el Levine Cancer Institute, en Carolina del Norte (EEUU), en este artículo "los resultados son interesantes", pero al haber llegado a ellos a través de una mera asociación, ella "no establecería conclusiones definitivas a partir de los mismos".
No es la cafeína
Otra de las conclusiones, dado que el café sin cafeína supuestamente también influía en el riesgo de cáncer de pulmón, es que no es esta la sustancia detonante de la enfermedad, sino alguna ligada al proceso del tostado.
Según Gemma del Caño, especialista en industria alimentaria, esto se podría relacionar con la acrilamida (un componente probablemente cancerígeno del que ya hablamos en Maldita Ciencia). "En Europa su uso está regulado. El café no sale al mercado con valores peligrosos", explica del Caño en su Twitter. "Conocemos que la acrilamida es un problema y por eso se controla. Mucho".
Primera fecha de publicación de este artículo: 08/04/2019