Numerosos medios de comunicación se han hecho eco de "un estudio del CSIC" que concluye que dos cervezas al día para hombres y una para mujeres es beneficioso para la salud. Aunque esta publicación científica está firmada por una investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), algunos de los autores han recibido dinero de fabricantes de cervezas, ha sido publicado en una revista cuyos editores dimitieron tras denunciar presiones para aceptar publicar "estudios de calidad e importancia mediocre" y va en contra del consejo de las autoridades sanitarias y del consenso científico porque sí se ha demostrado que el alcohol genera perjuicios en la salud. Os lo explicamos con más detalle.
Un estudio publicado en una revista cuyos editores dimitieron por publicar "estudios mediocres" y cuyos autores han recibido dinero de la industria cervecera
El estudio científico en que se basan esos titulares se publicó el 9 de marzo de 2021 en la revista científica de acceso abierto Nutrients con el título 'El consumo moderado de cerveza y sus efectos en la salud cardiovascular y metabólica: Una revisión actualizada de la evidencia científica reciente'. En 2018 los 10 editores seniors de esta revista dimitieron alegando presiones para aceptar publicar "estudios de calidad e importancia mediocre" porque como explicaba un artículo publicado en Science, "dado que los autores pagan tasas por artículo publicado (unos 1.800 dólares en el caso de Nutrients), la editorial tiene un incentivo para publicar el mayor número posible" de artículos.
El artículo en cuestión ha revisado la literatura científica publicada entre 2007 y 2020 en busca de estudios sobre los efectos en la salud de la cerveza. Los autores escogieron seis artículos, de los cuales cinco encontraron un efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares en personas que realizaron un consumo moderado de alcohol en comparación con personas abstemias o en bebedores ocasionales. La conclusión del artículo es que el consumo moderado de cerveza de hasta una bebida al día para mujeres (16 gramos de alcohol diario) y de una o dos para hombres (28 gramos de alcohol al día) se asocia con menos enfermedades cardiovasculares y una menor mortalidad.
Pero como ya hemos explicado, correlación no es causalidad. Es decir, que las personas que consumen frecuentemente cerveza tengan menos enfermedades cardiovasculares no significa que la causa sea la cerveza y no otros factores como puede ser un mejor estado de salud previo y/o mejores condiciones socioeconómicas entre el grupo de bebedores habituales y moderados de cerveza respecto a los bebedores que consumen una mayor o menor cantidad.
En la sección de conflictos de intereses, tres de los seis autores del estudio reconocen haber recibido dinero de fabricantes de bebidas alcohólicas y de cervezas como Los Cerveceros de Europa (The Brewers of Europe), la patronal de los cerveceros de 29 países de Europa; la Fundación Dieta Mediterránea, Pernod Ricard, Prodeca y Wine & Culinary International Forum.
Los beneficios para la salud de la cerveza no están demostrados y lo que sí se ha demostrado es el efecto perjudicial del alcohol sobre la salud
No obstante, este estudio va en contra de la evidencia científica actual. Los abstemios son los que tienen el menor riesgo cardiovascular y cualquier grado de consumo de alcohol se asocia a presión arterial elevada y mayor índice de masa corporal. Así lo recoge la guía de práctica clínica sobre prevención de la enfermedad cardiovascular de la Sociedad Europea de Cardiología del año 2016.
"En esta guía se desaconseja el consumo de bebidas alcohólicas (no se recomienda) y, en aquellos que consumen alcohol, se indica que el consumo de bebidas alcohólicas debe limitarse a dos unidades (20 gramos de alcohol/día) en varones y una unidad (10 gramos de alcohol/día) en mujeres", aclara a Maldita.es la cardióloga Eva María Pereira López, vocal de la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
La médica también señala que "el consumo de alcohol tiene un comportamiento ambivalente a nivel de la salud cardiovascular y general". Aunque parece haber cierto efecto de protección cardiovascular relacionado con el consumo moderado de alcohol, Pereira aclara que sus potenciales beneficios cardioprotectores "probablemente no superen el riesgo que conlleva de otras enfermedades y causas de muerte (cirrosis, cáncer, accidentes….), por lo cual el beneficio clínico neto saldría desfavorable para el consumo de alcohol. De hecho, la OMS sitúa el consumo de alcohol entre las cinco primeras causas de enfermedad, discapacidad y muerte".
Para Pereira, la evidencia en relación con los efectos beneficiosos o nocivos del alcohol para la salud "ha sido y sigue siendo, motivo de controversia y polémica". La cardióloga pide que los resultados de los estudios se analicen con cautela, debido a la gran heterogeneidad de los trabajos y, además, la mayoría de la evidencia está basada en estudios epidemiológicos o poblacionales, y no en estudios clínicos controlados o de intervención, que son los que tendrían mayor nivel de evidencia". El artículo del CSIC se trata de una revisión de estudios epidemiológicos y no de estudios clínicos controlados.
Como ya explicamos en un caso similar de una investigadora del CSIC financiada por fabricantes de cerveza que promueve el consumo de cerveza por sus beneficios cardiovasculares, la evidencia científica no ha probado que la cerveza (con o sin alcohol) sea cardioprotectora pero sí ha demostrado sus efectos negativos. Un estudio ha demostrado una asociación entre consumo de alcohol y un tipo de arritmia cardíaca. Pereira López indicó que “aunque las bebidas alcohólicas fuesen cardioprotectoras en algún sentido, si generan arritmia, el balance es negativo”.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) destacan en su web que “aunque estudios anteriores han indicado que el consumo moderado de alcohol tiene beneficios protectores para la salud (por ejemplo, la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas), otros estudios recientes muestran que esto puede no ser cierto. Aunque algunos estudios han encontrado mejores resultados de salud entre los bebedores moderados, es imposible concluir si estos mejores resultados se deben al consumo moderado de alcohol o a otras diferencias en los comportamientos o la genética entre las personas que beben moderadamente y las que no lo hacen”.
El documento del Ministerio de Sanidad de España señala que “no existe un nivel de consumo seguro de alcohol”, que “no consumir es lo único que evita sus efectos perjudiciales” y que “en base a la evidencia científica actual, ningún profesional de la salud o institución debe recomendar su consumo para mejorar la salud”. Sobre la cerveza y el vino destaca que “la evidencia epidemiológica no muestra que el consumo de vino y de cerveza, a pesar de contener sustancias que podrían ser potencialmente beneficiosas para la salud, tenga un efecto protector diferenciado en la reducción del riesgo cardiometabólico o de otro tipo. Recomendar el consumo de algunas bebidas alcohólicas, atribuyéndoles beneficios diferenciados, no está justificado con la evidencia científica disponible”.
Los CDC estadounidenses recomiendan que los adultos no beban alcohol o consuman con moderación hasta un máximo de dos bebidas alcohólicas al día en hombres y una en mujeres. También rechazan que los adultos que no beben alcohol comiencen a hacerlo por cualquier motivo.
Por qué ninguna cantidad de alcohol, aunque sea moderada, es saludable
Como ya contamos anteriormente, beber alcohol es perjudicial: está relacionado con un mayor riesgo de padecer decenas de enfermedades, desde mentales como la depresión a problemas cardiovasculares, sobrepeso y obesidad, muchos tipos de cáncer...
Al contrario de lo que llevamos décadas oyendo y creyendo, no hay un nivel de consumo de alcohol que se considere seguro para la salud, según la Organización Mundial para la Salud: "la OMS no establece un límite particular para beber con seguridad ya que las evidencias demuestran que lo mejor para la salud es no beber nada en absoluto".
Un gran estudio publicado este mismo agosto de 2018 en la revista The Lancet confirma esta afirmación: ningún nivel de consumo de alcohol mejora la salud. Dicen sus autores: "las conclusiones del estudio son claras y nada ambiguas: el alcohol es un problema de salud global colosal, y las pequeñas reducciones de daño a la salud provocadas por niveles bajos de consumo de alcohol se ven superadas por el aumento en el riesgo de otros daños".
Otro trabajo científico publicado en 2021 atribuye al consumo de alcohol 741.300 casos de cáncer en el año 2020 a nivel mundial. De estos, 103.100 se achacan al consumo moderado de alcohol y 41.300 a beber hasta 10 gramos de alcohol al día, menos de la cantidad recomendaba por el "estudio del CSIC".
La misma OMS explica que la recomendación proviene de que el consumo de ligero a moderado en personas de mediana edad había mostrado una ligera protección ante eventos isquémicos (enfermedades del corazón, ictus y diabetes tipo 2). "Pero los efectos perjudiciales del alcohol superan de largo sus potenciales efectos protectores. Esas personas obtendrán mejoras de la salud mucho mayores si se mantienen físicamente activas y llevan una dieta saludable".
Esos supuestos efectos protectores probablemente tampoco sean tales. Un estudio realizado en 2014 analizó el efecto del consumo moderado de alcohol sobre distintos grupos de población, y su conclusión principal fue que la asociación con una menor mortalidad podía deberse a una elaboración inapropiada de los estudios, y que los efectos protectores podrían estar limitados a las mujeres mayores de 65 años, aunque incluso en esos casos, también podrían haberse sobreestimado.
Así que no, no es cierto que el alcohol, con moderación, no sólo sea seguro sino que sea saludable. No parece haber evidencias que lo sostengan, y lo que sí hay son evidencias que señalan sus perjuicios para la salud.
La principal autora del estudio, Ascensión Marcos, investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del CSIC, ha explicado a Maldita.es que "esta revisión no ha sido realizada por el CSIC, sino por un grupo de expertos de diferentes universidades, hospitales y centros de investigación españoles". Marcos también ha aclarado que "ninguno de los autores promovemos el consumo de alcohol".
Respecto a los conflictos de intereses, la investigadora afirma que "ninguna fuente de financiación" ha intervenido en la elaboración y redacción de la revisión. *
* Actualizado el 3 de agosto con las declaraciones de Ascensión Marcos.
Primera fecha de publicación de este artículo: 19/07/2021