Cuando tienes hambre, ¿tus tripas empiezan a emitir una melodía de ruiditos? Esta semana nos habéis preguntado por qué hay ocasiones en las que nos ruge el estómago. Estos sonidos son provocados por el movimiento de los intestinos y suelen producirse tras las comidas y durante el ayuno prolongado.
El dietista-nutricionista Daniel Ursúa cuenta a Maldita.es que los rugidos del estómago o borborigmos no son más que movimientos del intestino que, al estar vacío, hace ruido. En general, no tienen nada de malo, “más allá de la vergüenza que nos pueda dar en función de dónde nos encontremos”.
Tal y como indican desde MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la causa de los sonidos abdominales es el movimiento de los intestinos a medida que impulsan algunos alimentos. Como estos órganos son huecos, los ruidos “hacen eco a través del abdomen de manera similar a los sonidos que producen las tuberías del agua”.
Los movimientos intestinales son variables en velocidad y dependen principalmente de las ramificaciones del sistema nervioso autónomo (que controla las acciones involuntarias) y de los reflejos que provoca la llegada de alimentos a ciertas zonas clave del tracto gastrointestinal, según explica a Maldita.es Violeta Sastre, doctora en Medicina especialista en el aparato digestivo. Por ejemplo, a la boca, el píloro (una válvula que se abre y se cierra durante la digestión) o el colon (la parte más larga del intestino grueso).
“Cuando el contenido intestinal es rico en gases y líquidos, es más frecuente escuchar ese rugir de tripas”, afirma. Estos sonidos también son más intensos cuando existe algún proceso que hace que el intestino se vacíe más rápidamente (como una gastroenteritis) y durante el ayuno prolongado.
No comer nada durante un tiempo, según la experta, puede activar el complejo motor migratorio (conjunto de movimientos que se encargan de limpiar el contenido intestinal) y acelerar el tránsito, que “se hace más sonoro por el contenido de aire propulsado”. He aquí el porqué de ese intenso rugir de tripas cuando tenemos hambre.
Aunque estos ruiditos suelen producirse cuando llevamos varias horas sin comer y se relacionan con el hambre, “no necesariamente tiene que ser así”. “De hecho, en el contexto en el que vivimos actualmente, los borborigmos son poco comunes, ya que la sobredisponibilidad alimentaria y nuestro ritmo de vida hacen que, por suerte, sea muy raro que pasemos hambre”, comenta Ursúa.
Tal y como comentábamos, por lo general, estos ruidos son totalmente normales y no tienen por qué ser motivo de preocupación. No obstante, según Sastre, en ocasiones hay que prestarles atención porque pueden deberse a enfermedades graves. Por ejemplo, si los sonidos son metálicos, lo más aconsejable es acudir a un especialista.