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No, los récords de calor de julio de 2023 no se batieron “porque la Agencia Espacial Europea comenzó a usar las temperaturas de la superficie de la Tierra” en vez de las temperaturas del aire

Publicado Thursday, 27 July 2023
Claves
  • Varios contenidos dicen que los récords de temperatura anunciados en julio de 2023 no son reales y se deben a un cambio metodológico de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés)
  • Es falso: quien analiza y anuncia los récords de temperatura observada de forma sistemática no es la ESA sino las agencias meteorológicas, que utilizan la temperatura del aire
  • Por ejemplo, el 10 de julio la ESA registró 47 ºC de temperatura superficial en Sevilla pero la AEMET nunca registró esa cifra y comunicó siempre temperaturas menores
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“Los récords de calor se batieron porque la 🇪🇺 European Space Agency comenzó a usar las temperaturas de la superficie de la Tierra, no las del aire a 2 metros sobre la superficie”, dicen varios contenidos junto a una imagen que muestra la temperatura terrestre superficial en la península ibérica.

Pero es un bulo: la Agencia Espacial Europea no analiza y anuncia los récords de temperatura observada de forma sistemática; eso es tarea de las agencias meteorológicas nacionales e internacionales. Las temperaturas comunicadas por las agencias meteorológicas representan la temperatura el aire. La herramienta desarrollada por la Agencia Espacial Europea para medir la temperatura de la superficie sirve para que los científicos entiendan mejor el clima, pero no es la nueva referencia para medir las temperaturas.

Las récords de temperatura se comunican por las agencias meteorológicas y representan la temperatura del aire

“La Agencia Espacial Europea no pronostica temperaturas, ni del aire ni de la tierra, lo que hacemos es monitorear la Tierra desde el espacio”, explican desde la organización a Maldita.es. Tampoco anuncian sistemáticamente las temperaturas observadas; esta información es transmitida por agencias meteorológicas nacionales como Meteo France en Francia o la Met Office en Reino Unido.

En España, “las temperaturas observadas que ofrece AEMET en su página web y difunde a medios de comunicación se refieren a temperatura del aire, registrada con sensores situados a una distancia entre 1,25 y 2 metros del suelo y protegidos de la radiación por una garita o abrigo meteorológico”, responde a Maldita.es el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología Rubén del Campo. “Siempre que nos referimos a récords de temperatura hablamos de temperatura del aire”, remarca. Es el caso de los 45,4 ºC el 18 de julio en Figueres (Girona), que de confirmarse son el récord de temperatura máxima en Cataluña desde que hay registros.

Algunas agencias meteorológicas participan en consorcios internacionales como el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés). El ECMWF elabora previsiones y comunica temperaturas observadas tanto en la superficie terrestre como a dos metros de distancia especificando siempre de qué parámetro se trata. Pero en su página web o su blog destaca la temperatura de 2 metros sobre la superficie porque “es lo más parecido a las condiciones que una persona experimenta”.

Portada de ECMWF el 27 de julio de 2023.

Finamente la Organización Meteorológica Mundial (OMM) es la autoridad reconocida para verificar los registros meteorológicos extremos y mantiene un archivo en este sentido.

El ejemplo de Sevilla: la ESA midió 47 ºC de temperatura superficial el 10 de julio pero la AEMET nunca ha registrado esa temperatura

Aunque no se trata de un récord, este ejemplo ilustra claramente que las agencias meteorológicas siguen comunicando la temperatura del aire. El 10 de julio de 2023, la ESA midió 47 ºC en Sevilla según la temperatura superficial. Sin embargo, ninguna de las estaciones meteorológicas de la AEMET ubicadas en la provincia registró dicha temperatura en esa fecha. Al informar en sus canales públicos sobre las temperaturas del 10 de julio, la AEMET utilizó sus propios registros.

Temperatura superficial medida por la ESA el 10 de julio de 2023. Fuente: https://www.esa.int/Applications/Observing_the_Earth/Copernicus/Sentinel-3/Europe_braces_for_sweltering_July

Ese 10 de julio, la AEMET informó de las temperaturas máximas provisionales alcanzadas en algunas de sus estaciones meteorológicas. Entre ellas estaba la de Écija, con 43,4 ºC registrados a las 18:00, aunque el dato definitivo es 43,6 ºC a las 16:20, como mostramos en la tabla anterior. “Al publicarse los datos definitivos (...) la temperatura máxima puede variar alguna décima. En caso de discrepancia, el dato válido es el que muestra la API de Open Data al día siguiente de producirse el registro”, aclaran desde el organismo.

La temperatura del suelo: un dato que permite a los científicos entender mejor el sistema climático y hacer predicciones

La temperatura de la superficie terrestre “no es la temperatura del aire en el sentido meteorológico sino que indica la temperatura real de la superficie de la Tierra, mide la cantidad de energía que irradia la Tierra” y representa “cómo se sentiría la superficie terrestre al tacto”, explican desde la ESA. Conocer la temperatura de la superficie terrestre es importante para entender el sistema climático porque permite a los científicos “comprender y predecir mejor el tiempo y los patrones climáticos, así como vigilar otros riesgos como los incendios”.

Como decimos, las agencias meteorológicas no utilizan la temperatura del suelo en sus comunicaciones oficiales de temperatura, pero sí trabajan con estas cifras como un dato importante dentro de sus modelos de predicción del tiempo atmosférico. En los modelos que utiliza el ECMWF, del que AEMET es miembro, se utilizan las observaciones de temperatura de la superficie terrestre y oceánica “como fuente de información para poder realizar los pronósticos. Se trata de un parámetro fundamental para que estos modelos funcionen de forma correcta”, cuenta Del Campo.

Por otro lado, la AEMET mide la temperatura del suelo en tierras agrícolas con “fines agrometeorológicos”. En estaciones de la red principal de la AEMET se instalan termómetros junto al suelo (a menos de 20 cm de distancia y también a distintas profundidades, normalmente 5, 10, 20, 50 y 100 cm), explica Del Campo. El motivo es que “la temperatura del suelo sirve para calcular la evaporación potencial que puede producirse y conocer la intensidad de las heladas a las que la vegetación se tiene que enfrentar” y esos datos no se publican en la web rutinariamente como sí se hace con la temperatura del aire.

La AEMET también mide la temperatura superficial del agua del mar mediante “cálculos” realizados a partir de la observación realizada por satélites. “Es decir, para esto se utiliza una técnica similar a la que utilizó la ESA para medir la temperatura de la superficie de la tierra. Pero cuando hablamos de temperatura superficial del agua del mar (normalmente en Twitter o a través de un apartado de la web específico queda claro que nos estamos refiriendo a este concepto y no a temperatura del aire”, cuenta el portavoz.