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Por qué no es cierto que nunca haya que despertar a un sonámbulo

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En Maldita.es ya os hemos hablado de qué funciones cumple el sueño y os hemos dado algunos trucos para volver a dormir cuando te desvelas. Ahora nos habéis preguntado si es verdad que nunca hay que despertar a un sonámbulo porque puede resultar peligroso. No hay evidencias de que hacerlo tenga consecuencias significativas para su salud. Aun así, es aconsejable evitarlo para que no se despierte aturdido y desorientado. Lo más recomendable en estos casos sería intentar guiarlo a la cama con palabras cortas y simples.

El sonambulismo ocurre cuando las personas caminan o realizan otra actividad estando aún dormidas, tal y como indica Medline Plus, el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Este trastorno se da con mayor frecuencia durante el sueño profundo, es más común en la infancia y se vuelve menos habitual a medida que cumplimos años.

Amaia Ochoa de Amezaga, experta en neurociencias y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, explica que el sonambulismo es una parasomnia. Es decir, “una conducta o experiencia no deseada durante el sueño”. Una revisión publicada en la revista Neuroethics indica que, durante un episodio de parasomnia, los individuos no están ni despiertos ni conscientes, pero sus acciones parecen conscientes.

“Podríamos decir que la persona se despierta parcialmente, pero no completamente. Es curioso ya que está lo suficientemente despierto como para articular palabras y andar, pero no lo suficientemente despierto como para estar consciente”, cuenta Ochoa. 

No hay evidencias de que despertar a una persona sonámbula pueda resultar peligroso

Existen diferentes creencias en torno al sonambulismo. Por ejemplo, que despertar a la persona afectada puede provocarle algún daño. O que hacerlo puede ser peligroso porque le resulta confuso.  

Pero, tal y como explica Ochoa, todas estas ideas respecto a que jamás se debe despertar a un sonámbulo son antiguas y no son verdad. “Hoy sabemos que la creencia de que los sonámbulos pueden presentar un comportamiento violento al ser despertados carece de argumentos de peso”, explica. 

La reacción del sonámbulo, según la experta, sería la misma que cuando una persona se despierta en esa misma fase del ciclo. “Lógicamente hay una sensación de extrañeza, confusión, y [a veces] vergüenza por la situación, pero no tiene por qué ser peligroso”, señala.

Juan José Poza, neurólogo y presidente del comité científico de la Sociedad Española del Sueño (SES), explicaba a Maldita.es que se trata de “una leyenda urbana.  “No hay que tener una precaución especial evitando que se despierten, pensando que aquello puede ser terrible, porque no va a pasar nada”.

Eso sí, al estar en una transición entre sueño profundo y vigilia y tener una alteración del mecanismo del despertar, suele ser difícil que se despierten. Muchas veces, aunque parece que lo hacen, no es así. “Digamos que pueden estar un poco más despiertos de lo que lo estaban previamente, pero no lo están del todo y, de hecho, puede que al día siguiente no se acuerden de nada”, aclara el experto.  

Celia García Malo, neuróloga especialista en sueño del Instituto del Sueño, asegura a Maldita.es que no es recomendable “despertar a la persona que está actuando de manera sonámbula ya que, además de lo difícil que puede resultarnos, podemos provocar un estado de confusión y sobresalto cuando se despierte, debido a que se encontraba dormida en fase de sueño profundo”. Sin embargo, insiste en que despertar a un sonámbulo no tiene consecuencias graves para su salud.

Pero entonces, ¿de dónde vienen estas creencias? Ochoa explica que durante gran parte de los siglos XII y XIII se creía que el alma abandonaba el cuerpo físico durante el sueño. En teoría, esto explicaba los comportamientos extraños y, si se despertaba a un sonámbulo, este se convertiría en un cuerpo sin su espíritu. 

Después, en el siglo XIV, el papa Clemente V “otorgó un nuevo estatus a los sonámbulos, absolviéndolos de toda responsabilidad por sus acciones mientras estuvieran dormidos”. Y ya a comienzos de la Edad Moderna, “se creía que el sonambulismo era una característica de una enfermedad mental y, como ejemplo, tenemos la literatura de la época (como Lady Macbeth, personaje ficticio de la obra teatral Macbeth de William Shakespeare)”.  

Retirar objetos que puedan ser peligrosos y guiar al sonámbulo a la cama: cómo actuar ante este trastorno

Aunque despertar a una persona sonámbula no tiene por qué ser peligroso, sí es recomendable evitar hacerlo de forma brusca. Ochoa aconseja hacerlo lo más suavemente posible para evitar sensaciones de confusión y extrañeza: “Si bien no es malo despertar a un sonámbulo, sí que debemos estar pendientes de la situación e intentar reconducirlo a la cama con palabras muy cortas y simples para dejarlo nuevamente tranquilo (venga, vamos a la cama…)”. 

Además de andar, una persona sonámbula podría correr o realizar acciones habituales en su día a día como vestirse, mover muebles o incluso orinar en lugares inapropiados, según la organización Sleep Foundation. “Con menos frecuencia, los comportamientos pueden ser violentos o pueden ser más complejos, incluido tratar de conducir un automóvil”, añaden. Un artículo publicado en la revista JAMA Pediatrics indica que “algunos niños se vestirán, deambularán por sus habitaciones o irán al refrigerador”. 

Los episodios de sonambulismo suelen durar de 30 segundos a 30 minutos, tal y como recoge esta revisión publicada en la revista American Family Physician. Aunque, según afirman desde la Sleep Foundation, la mayoría terminan en menos de 10 minutos: “Las personas pueden volver a la cama y volver a dormirse por sí mismas o pueden despertarse confundidas mientras todavía están fuera de la cama”.

Lo más importante en el caso de convivir con alguien sonámbulo es crear un entorno seguro en el hogar, asegurándonos que la persona no pueda hacerse daño durante los episodios, según García.

Para evitar cualquier incidente, es recomendable mantener algunas medidas de seguridad. Desde Asenarco, una asociación creada por enfermos que padecen trastornos del sueño, recomiendan retirar de la habitación aquellos objetos que puedan ser peligrosos (como instrumentos con los que puedan cortarse o estufas), que el sonámbulo no duerma en una cama muy alta o evitar que la persona pueda salir de casa durante esos episodios.

Además de cerrar puertas y ventanas, en un artículo publicado en la revista Current Biology se aconseja que la persona sonámbula duerma siempre con el pijama puesto y tener encendida alguna luz por la noche.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes la maldita Amaia Ochoa de Amezaga.

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Primera fecha de publicación de este artículo: 23/09/2021

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