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MALDITA CIENCIA

Cómo reducir el impacto en tu salud mental por la cuarentena y el estado de alarma por el coronavirus

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Quedarse en casa excepto por motivos excepcionales afecta a la vida diaria de muchas personas y potencialmente a su salud mental. Por ello, el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid ha publicado medidas para la gestión psicológica de la cuarentena del brote de COVID-19. Ya os contamos cómo reducir el impacto en tu salud mental del brote de coronavirus y cómo lidiar con el estrés y la ansiedad por el brote de coronavirus.

https://twitter.com/sanidadgob/status/1244947550379089920?s=20

Comprender la realidad

La realidad lamentablemente es la que es. Es imprescindible que colaboremos permaneciendo en casa. Procurar salir lo menos posible a la calle es la recomendación más segura y eficaz para que salgamos pronto de esta situación.

«Es imprescindible que colaboremos todos»

"Vamos a hacer lo correcto"

Entender que permanecer en casa es lo más correcto, es imprescindible. Debe ser una idea constante en nuestro pensamiento y en las conversaciones con quienes nos acompañan en casa. Es probable que se hayan cometido errores. Pero la situación depende mucho de nosotros mismos. Ser honestos y cumplir con las recomendaciones es ahora, casi, nuestra principal responsabilidad. 

«Saber que estamos haciendo lo correcto nos va a ayudar mucho. Es el sentimiento de la responsabilidad»

Planifica la nueva situación

Nuestra vida va a cambiar sustancialmente. Vamos a modificar nuestras rutinas y, por lo tanto, hemos de organizar bien lo que podemos hacer, cuándo y cómo hacerlo. Piensa en actividades para realizar solo, si es el caso, o en compañía. No lo dejes a la improvisación. Piensa en todo lo relacionado que necesites en alimentación y otros productos para salir las menos veces posibles. Procura escribir todas las ideas que se te ocurran para estar tiempo en casa sin salir. Organizar alguna actividad para que todos opinemos, en su caso, es una manera de que todos nos sintamos responsables. 

Respetar espacios y tiempos diferenciados, así como necesidades específicas es imprescindible. A veces suele ayudar que escribamos todo esto y dibujemos una especie de horario que estará visible para todos y podrá modificarse con el acuerdo de quienes compartís la experiencia.

«Organizar y planificar es imprescindible. Anotemos ideas, pidamos sugerencias, creemos planes y nuevas rutinas»

Infórmate adecuadamente

Es imprescindible informarnos, por supuesto, pero hagámoslo adecuadamente. Busquemos la información oficial y necesaria, pero evitemos la sobreinformación. Ésta puede ser muy nociva y provocar sensaciones de desasosiego que son absolutamente contraproducentes. Información sí, pero la justa. Informa, asimismo, a quienes te acompañan en casa. Con prudencia y mensajes constructivos. Evita difundir y esparcir rumores y hablar constantemente del tema y especialmente a los más pequeños. 

Cuidemos el consumo de las redes sociales. Existen numerosas noticias falsas e informaciones inútiles que afianzan el temor y nos alejan de la tranquilidad.

«Evitemos la sobreinformación»

Mantengamos los contactos

Mantengámonos conectados con nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo y especialmente con los mayores sean o no familiares nuestros. Conversar con ellos sobre cómo estamos afrontando la situación nos ayudará; evitando, eso sí, en lo posible, alimentar miedos e inquietudes. Utilicemos cuando sea posible las videollamadas para facilitar el contacto y aportar tranquilidad. Mantener la calma y la visión de que estamos haciendo lo correcto nos ayudará en todo momento.

«Sigamos en contacto con nuestros seres queridos»

Aprovecha el momento

Aprovecha esta nueva situación que sabemos que será temporal para hacer cosas y disfrutar de momentos que casi nunca podemos vivir por el ritmo y organización de vida que solemos desarrollar. Son muchas las actividades de las que nos podemos aprovechar. Puede que nos resulteraro. Al no formar parte de nuestras rutinas, podemos llegar a pensar que no podemos o no sabemos vivirlas. Pero esto no tiene por qué ser así. Al contrario. Espacios para estar juntos, leer, también para trabajar. Para jugar con nuestros hijos. Juegos de mesa, interactivos online en familia, momentos de lectura juntos, selección de vídeos de música, tutoriales o películas para compartir… Busca la complicidad de quien te acompaña. 

«Elaboremos nuevas rutinas»

Tiempo para la creatividad

Puede ser el tiempo perfecto para la creatividad. En solitario o en compañía. Para cocinar, por ejemplo, para hacer pequeños arreglos, que siempre dejas para otro momento o para decorar la casa. Organiza por ejemplo un concurso de ideas para decorar la casa, o preparar comidas diferentes. Organiza también tus armarios, desecha ropa que ya no utilizas, piensa en quién puede aprovecharse de ella. Procura hacer esto en compañía si es el caso, anotando todas las ideas que surgen entre todos. Un taller de cuentos, relatos breves, o pequeñas historias puede ser muy divertido. Cuando todo esto pase puede que haya menos momentos para estas actividades.

«Es tiempo para crear»

Tiempo hacer deporte en casa

También podemos hacer deporte en casa. Planifiquemos esta posibilidad. Podemos encontrar nuevas aplicaciones o tutoriales para diferentes edades. Además de divertido, nos mantendrá en forma y aumentará las sustancias estimulantes de nuestro cuerpo que nos hacen sentir bien.

Reduce los síntomas de depresión y ansiedad, mejora el funcionamiento de nuestro cerebro, activa nuestro cuerpo, aumenta la sensación de bienestar.

«Siempre podemos movernos»

Observa el estado de salud de quienes te rodean

Evitando la obsesión, por supuesto, valora el estado salud en el que os encontráis. Procede como informan las autoridades si detectas alguna situación que te preocupe. 

Debemos dar importancia del autocuidado: recibir luz natural 20 minutos al día, dieta equilibrada, dormir un número de horas adecuadas, y, muy importante, no perder el sentido del humor. Pedir ayuda en tu red de apoyo. 

«Valora el estado de salud»

Cuida especialmente tu estado de ánimo, lo que dices y cómo lo dices

Especialmente si tenemos niños en casa, pero no solo, cuidemos mucho nuestros pensamientos y emociones, de manera que podamos construir y responder adecuadamente a momentos en los que el ánimo falla y la sensación de incertidumbre y desasosiego surge.

«Cuidemos especialmente nuestras emociones»

Señales y herramientas contra el suicidio

En Maldita Ciencia os contamos los principales mitos sobre el suicidio y explicamos cuáles son las principales señales y herramientas para luchar contra él.

Algunas de las señales que pueden indicar que alguien está pensando en acabar con su vida son verbales como los comentarios negativos sobre uno mismo o sobre su vida como "No valgo para nada", "Estarías mejor sin mí" o "Estoy cansado de luchar"; comentarios negativos sobre su futuro como "Lo mío no tiene solución" o "Las cosas no van a mejorar nunca"despedidas verbales o escritas como "Quiero que sepas que en todo este tiempo me has ayudado mucho" y comentarios sobre el acto suicida o la muerte como "No deseo seguir viviendo", "Nadie me quiere y es preferible morir" o "Me gustaría desaparecer".

Otros posibles avisos son no verbales, como los cambios repentinos en la conducta de la persona, tanto un aumento de la irritabilidad y del consumo de alcohol como un período de calma tras una gran agitación. Considerar esto como una mejoría puede ser un error ya que también puede ser una señal de riesgo inminente. También, si ves lesiones en alguna parte de su cuerpo, si regala objeto personales muy queridos, cierra sus cuentas en redes sociales, decide cerrar asuntos pendientes o si prepara un testamento o seguro de vida.

Si estás pasando por una mala situación personal, padeces alguna enfermedad mental o tienes pensamientos suicidas, puedes recibir ayuda de tu médico de cabecera o acudir a Urgencias. También puedes acudir a una persona de tu confianza, comunicarle lo que te está sucediendo y buscar la compañía de alguien que te aprecie y con quien te sientas a gusto.

Otros recursos disponibles son el Teléfono de la Esperanza, con el que puedes contactar llamando al 91 459 00 55o al 717 003 717 (aquí tienes el listado completo del teléfono de sus sedes en España y otros lugares del mundo), y el Teléfono contra el Suicidio, disponible en el 91 138 53 85.

Y recuerda: el suicidio puede presentarse como una solución permanente ante un intenso dolor. Pero, aunque no lo parezca, la desesperanza, el dolor y el vacío son estados temporales, no permanentes. Aunque ahora sientas que tu abatimiento no va a terminar, es importante recordar que las crisis no son permanentes.

*Hemos actualizado la pieza el 31 de marzo para añadir el tuit del Ministerio de Sanidad.

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