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Mascarillas contra el coronavirus: cómo usarlas con seguridad y trucos que no necesitas probar (porque no funcionan)

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Nos habéis hecho muchas consultas sobre las mascarillas y su uso frente al coronavirus. Os recopilamos toda la información útil que hemos publicado al respecto y que os puede interesar.

Obligatoriedad de las mascarillas en espacios públicos en España

El sábado 2 de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en rueda de prensa que a partir del lunes 4 del mismo mes sería obligatorio el uso de mascarilla en el transporte público y que, para facilitar el cumplimiento, se repartirían 6 millones de mascarillas en los nudos de conexión, 7 millones a la Federación Española de Municipios y Provincias y 1,5 millones entre organizaciones como Cáritas o la Cruz Roja**.

Por otro lado, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, indicó el domingo 17 de mayo, también en rueda de prensa que, dada la opinión unánime de las Comunidades Autónomas sobre la conveniencia de hacer uso obligatorio de las mascarillas en los lugares públicos, "el Ministerio de Sanidad regularía la medida" durante los días siguientes.

Por su parte, Salvador Illa, ministro de Sanidad, también confirmó tras la reunión con las Comunidades Autónomas del mismo domingo que "había un consenso muy amplio en reforzar la obligatoriedad del uso de la mascarilla" por lo que "se estaba evaluando esta medida con las comunidades autónomas y con el conjunto de expertos para precisar en una orden ministerial" durante los días siguientes. "Sí que habrá un reforzamiento de la obligatoriedad de las mascarillas pero, hasta que la orden no esté cerrada, no se podrán avanzar más detalles al respecto", concluía el ministro*****.

Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), a partir del jueves 21 de mayo el uso de mascarillas será obligatorio a partir de los seis años (aunque también es recomendable para los niños de entre tres y cinco), tanto en la vía pública, como en espacios al aire libre y en cualquier otro espacio público cerrado, siempre que no sea posible mantener la distancia de seguridad interpersonal (al menos dos metros).

Es decir, salvo en determinadas excepciones, como en personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada al utilizarla y en aquellas cuyo uso se encuentre contraindicado por motivos de salud, a partir del 21 de mayo es obligatorio utilizar mascarilla (preferiblemente higiénica o quirúrgica) para la población general en las situaciones indicadas.

Además, el BOE recuerda la necesidad e importancia de seguir manteniendo la distancia interpersonal, el lavado frecuente de manos y las demás medidas de prevención recomendadas hasta el momento******.

¿Todos con mascarilla contra el coronavirus? Varios países y varios expertos sí lo recomiendan o imponen

La OMS ha defendido durante meses que la población general sana no necesita utilizar mascarillas para hacer frente a la pandemia de COVID-19.

Pero el día 5 de junio emitió una serie de nuevas recomendaciones sobre el uso de mascarillas que incluía que “para prevenir la transmisión comunitaria de la COVID-19, los gobiernos deberían alentar al público general que use mascarilla en situaciones y entornos específicos como parte de un enfoque integral para interrumpir la transmisión del SARS-CoV-2”. Por ejemplo, en el transporte público, tiendas, los centros de trabajo, reuniones, escuelas, iglesias, mezquitas u otros lugares concurridos. ******* 

Además algunos estudios sí apoyan su uso generalizado y varios países promueven u obligan a usarlas en espacios públicos. Os lo explicamos aquí.

El 21 de abril, el Ministerio de Sanidad actualizó sus recomendaciones sobre el uso de mascarillas, recomendando el uso de mascarillas higiéncias a la "población general sana" en dos circunstancias: cuando no es posible mantener la distancia de seguridad en el trabajo, en la compra, en espacios cerrados o en la calle y cuando se utiliza el transporte público.*

Cómo debes ponerte y quitarte la mascarilla con seguridad y sin contaminarte

Antes de ponerte una mascarilla, debes lavarte bien las manos para eliminar cualquier contaminación que podamos llevar con nosotros de partida, como explicamos en este artículo.

Incluso con las manos limpias, evita tocar las partes de la mascarilla que estarán en contacto con tu cara. Cógela por las tiras de sujeción que van a las orejas o que se atan a sobre la cabeza y colócala con cuidado sobre tu nariz y boca. Cada diseño es distinto pero asegúrate de haber entendido bien qué parte va hacia dentro y cuál hacia fuera (recuerda que no se ponen de forma distinta si alguien está infectado, lo contamos aquí) y qué borde debe ir sobre tu nariz y cuál bajo la barbilla. Normalmente la zona que va arriba es un poco más rígida y se ajusta presionando suavemente sobre el puente de la nariz.

https://www.youtube.com/watch?v=D9M57hycc7A

Una vez que vuelvas a casa, lávate de nuevo las manos antes de quitarte la mascarilla para evitar rozarte la cara accidentalmente con contaminación en ella y trata de no tocar la parte exterior de la mascarilla para retirártela. Cógela de las tiras de sujeción y desátalas o suéltalas con cuidado. Sigue sosteniéndola por esas tiras y deposítala en una bolsa de basura que puedas cerrar sin volver a tocarlas. De nuevo, lávate bien las manos cuando hayas terminado el proceso.

Uno de los principales riesgos asociados al uso de mascarillas, además de un posible mal uso, es una sensación de falsa seguridad que haga que reduzcamos u olvidemos las demás precauciones. Por eso, aunque utilices estos productos, recuerda que sigue siendo importante que te laves bien las manos antes de salir y al llegar a casa, que no te toques la cara y que al estornudar o toser te cubras la nariz y la boca con el interior del codo o con un pañuelo de papel desechable que nunca debe volver a tu bolsillo, sino que debes tirar a una papelera o bolsa de papel de forma que nadie vuelva a tocarlo.

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¿Son útiles las mascarillas caseras para luchar contra el coronavirus?

La jefa del grupo de Inmunología y Genómica del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Beatriz Novoa ha publicado un vídeo sobre cómo hacer mascarillas caseras para "buscar soluciones científicas a esta crisis" pero aclara que "las mascarillas de tela hechas en casa o las desechables no protegen frente al virus completamente" porque no puede garantizar al 100% que los virus queden retenidos.

"Sólo funcionan de forma segura las mascarillas que se usan en los hospitales fabricadas para específicamente retener virus. Y esas tenemos que dejárselas al personal sanitario que las necesitan mucho y no podemos desabastecer el mercado", añade Novoa, quien también aclara que es científica pero no es experta en mascarillas.

Pero "esto no significa que estas mascarillas caseras no protejan frente al virus. Si no no estaríamos animado a la gente a usarlas. Los virus suelen estar en gotitas minúsculas de saliva, y eso puede quedar retenido por unas dos o tres capas de tela. Es poco probable que un virus atraviese todas esas capas. El ponerle barreras al virus es un sistema eficaz para protegerse y proteger a los demás" para parar la transmisión. La científica matiza que es sólo "una protección extra que podemos emplear además de no salir de casa y de mantener la distancia de seguridad", entre otras medidas.

https://www.youtube.com/watch?v=ug_W_66yeN4&feature=emb_logo

Puedes leer más sobre la utilidad de las mascarillas caseras en este artículo.

¿Qué materiales son más eficaces para hacer mascarillas caseras y minimizar el riesgo de contagio por coronavirus?

Dada la importancia que están cobrando estos días las mascarillas (sean del tipo que sean) para disminuir el riesgo de contagio por coronavirus y el debate entre su uso obligatorio o no, nos habéis preguntado qué tipo de tela es la más eficaz en caso de que las elaboremos en casa (de su efectividad y de cómo hacerlas ya hablamos aquí). En concreto, queréis saber si los datos que proporciona esta infografía que circula por redes sociales y WhatsApp son fiables.

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En efecto, la imagen, como se indica en la esquina inferior izquierda de la misma, es una traducción de Héctor Castiñeira, enfermero y creador de Enfermera Saturada.

Los datos utilizados en la original, diseñada por Smart Air, que se define en su perfil de Twitter como "una empresa social que promueve purificadores de aire de bricolaje como solución de bajo coste para las partículas de aire contaminado en interiores", proceden a su vez de este estudio, publicado en 2013 en la revista Disaster Medicine and Public Health Preparedness de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), al que se hace referencia en la esquina opuesta de la imagen.

Sus conclusiones sugieren que "las máscaras caseras solo deben considerarse como un último recurso para prevenir la transmisión por gotas de individuos infectados, pero que utilizarlas es preferible a no disponer protección". Puedes leer el resto del artículo aquí.

Qué no debemos hacer cuando llevamos puesta una mascarilla

Guillermo Melgar, farmacéutico y autor de Farmacia Enfurecida y Maribel Carod, ilustradora, han elaborado esta infografía para dejar claro todos esos pequeños gestos que debemos evitar cuando utilicemos este instrumento de protección.

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"Si utilizamos mal la mascarilla, como en la ilustración, estamos aumentando muchísimo las probabilidades de contagiarnos y de contagiar: de contagiarnos porque nos tocamos más la cara (es lo peor que se puede hacer con el coronavirus) y de contagiar porque la gente se las está quitando en los peores momentos posibles (establecimientos públicos, al hablar o al toser)", señala Melgar a Maldita Ciencia. "Es decir, al llevar mal la mascarilla asumimos algunos 'peligros' extra y, además, ni protegemos a los demás ni a nosotros mismos", añade.

Es lo que ocurre, como vemos en la ilustración, cuando la toqueteamos antes de ponérnosla (contaminando también la parte que entrará en contacto con la cara) o cuando la colocamos a modo de bufanda o sombrero o, directamente, nos tocamos la cara teniéndola puesta (ya que facilitamos el contacto del virus con nuestras vías respiratorias, o con las manos o al eliminar la barrera). Recuerda que, como ya te contábamos aquí, antes de ponerte una mascarilla, debes lavarte bien las manos para eliminar cualquier contaminación que podamos llevar con nosotros de partida.

También hay que prestar atención a la cantidad de usos que hacemos de la misma: ten en cuenta reutilizar una mascarilla pensada para un solo uso no es lo ideal y no hay un método respaldado por instituciones científicas o sanitarias para hacerlo.

Por último, quitarsela para hablar, toser o estornudar, hará que utilizarla pierda mucho de su sentido, ya que en estos momentos es cuando más necesaria es esta para evitar la difusión de las gotas a través de las que se puede contagiar el virus, en especial, en lugares públicos. Recuerda que el uso de mascarilla no solo tiene como objetivo evitar tu contagio, sino también el de los demás, en caso de que tú tengas la enfermedad.

Puedes más leer qué cosas puedes y no debes hacer con una mascarilla en este artículo.

No es recomendable desinfectar las mascarillas desechables para reutilizarlas pero si no te queda más remedio, esta es la mejor forma según las evidencias disponibles

Mucha gente está planteándose la posibilidad de prolongar el uso de las mascarillas idealmente pensadas para utilizar una sola vez, de forma que se puedan aprovechar aquellas de las que disponen.

Lo primero que hay que tener claro es que reutilizar una mascarilla pensada para un solo uso no es lo ideal y no hay un método respaldado por instituciones científicas o sanitarias para hacerlo. También conviene aclarar que estas indicaciones no están pensadas para aquellas personas que deben llevar mascarilla en su centro de trabajo, que en ningún caso deben llevarlas a sus casas para esterilizarlas. En esos casos son las empresas o instituciones las que deben proporcionar material adecuado a sus trabajadores

Aun así, ante la escasez generalizada de este producto, científicos de varias universidades y centros de investigación estadounidenses, entre otros la Universidad de Stanford, la de Harvard o el MIT, han reunido el conocimiento disponible sobre la desinfección de mascarillas N95 (similares a las que aquí llamamos FFP2 y FFP3) para elaborar una guía lo más eficaz y segura posible, aunque dejan claro en la presentación de la iniciativa que no respaldan ningún procedimiento en concreto, solo han reunido las evidencias disponibles. Puedes consultar toda la información que han publicado aquí.

Hay que tener en cuenta que los datos a los que se refieren no están especialmente enfocados a este coronavirus sino a otros virus similares. Eso quiere decir que los resultados hay que aplicarlos con cautela. También han advertido de que los distintos modelos de mascarillas pueden variar ligeramente entre sí, y por tanto lo que se consiga con unas podría no se lo mismo con otro modelo de otro fabricante.

Según los resultados publicados por esta iniciativa, hay tres modos especialmente prometedores de desinfectar una mascarilla: utilizando calor, utilizando radiación ultravioleta y utilizando vapor de agua oxigenada.

Observando esos resultados, Marián García, farmacéutica y divulgadora científica (que ha comentado la información publicada por esta iniciativa en este post de su blog) concluye que "la desinfección por aplicación de calor a 75 grados durante 30 minutos parece una buena opción pero no es perfecta: aunque no afecte a la capacidad de filtrado sí puede afectar a la manera en que se ajuste la mascarilla, suponiendo esto también una merma en su eficacia".

Los científicos americanos han recopilado también algunos métodos de desinfección que no conviene aplicar a estas mascarillas ya que pueden estropearlas hasta el punto de dejarlas inservibles.

Los métodos que descartan son:

  • agua y jabón: "empapar las mascarillas en agua jabonosa degrada los filtros de las mascarillas", explican.
  • alcohol: de nuevo, utilizar métodos líquidos con alcohol degrada las mascarillas. "Esto incluye desinfectantes líquidos que incluyan el alcohol como ingrediente, soluciones de manos hidroalcohólicas y toallitas húmedas desinfectantes que contengan alcohol".
  • inmersión en lejía: como en los casos anteriores, sumergir las mascarillas en líquido no es recomendable ya que puede degradar los filtros. Sin embargo, los científicos hacen algunas consideraciones respecto a la lejía. Según sus resultados, pasar una toalla o paño humedecido en lejía tres veces por la mascarilla no daña la mayoría de los filtros analizados y sí podría tener un efecto desinfectante. A cambio, la lejía es un producto con riesgos para la salud, especialmente para las personas asmáticas o especialmente sensibles.
  • dejar la mascarilla airearse por la noche: el SARS-CoV-2 puede aguantar varios días en superficies, explican los científicos, así que "mantener la mascarilla a temperatura ambiente durante la noche no es una descontaminación suficiente".

Como explica también García, "no hay recomendaciones oficiales para desinfectar mascarillas de tela" más allá de tratarlas como a cualquier pieza de tela potencialmente expuesta al virus: lavarlas con agua caliente entre 60 y 90 grados durante al menos 30 minutos y dejarla secar del todo antes de volver a usarlas.

Por último, Marián García da el siguiente consejo: "Si solo usamos la mascarilla una vez a la semana para ir a la compra, quizá, en vez de estar enredando y haciendo mascarilas al vapor sería más conveniente guardarla en una bolsa cerrada hasta su próximo uso. La posible carga viral en las superficies disminuye con el tiempo".

Puedes leer nuestro artículo sobre la desinfección de mascarillas aquí.

Las mascarillas caseras de papel o taparse la boca con un pañuelo no evita el contagio por coronavirus (pero puede reducir el riesgo)

Nos habéis preguntado si podemos utilizar un simple pañuelo a modo de mascarilla para evitar el contagio por coronavirus. Es cierto que todas las trabas y barreras físicas que interpongamos entre el virus y nuestras vías respiratorias (nariz y boca), podrían reducir el riesgo de contagio. Sin embargo estas no son una medida suficiente para garantizar que el virus no llegue a nuestro organismo (mucho menos si las hemos hecho en casa).

Ya hemos comentado en otras ocasiones que el SARS-CoV-2 se propaga a través de pequeñas gotas de saliva, por lo que parte del mismo podría quedar retenido por el material de la mascarilla improvisada (que cuantas más capas tenga, mejor) si respiramos a través de ella. Estas podrían funcionar como una protección extra que podemos emplear además de no salir de casa y de mantener la distancia de seguridad, entre otras medidas. Lo explicamos con más detalle aquí.

No, las mascarillas no se colocan de forma diferente dependiendo de si una persona está o no contagiada

Nos habéis preguntado por una imagen que circula por redes sociales y que proporciona las supuestas instrucciones necesarias para hacer un uso eficaz de las mascarillas. Según esta, una persona infectada debería colocarla con la parte azul hacia fuera, para evitar contaminar a los demás y una persona sana, al revés, con la parte blanca, para protegerse a sí mismo de partículas en el ambiente.

Según el Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación(SENSAR), esto es falso. "Puestos en contacto con el Profesor Andrés Santiago, Presidente de la Unidad Funcional de Gestión de Riesgos Sanitarios En Hospital Clínico San Carlos, ha desmentido que dicha información provenga de dicho centro", indican en su página web.

A continuación, explican la estructura interna de las mascarillas quirúrgicas, compuesta por tres capas: la externa, generalmente de color azul o verde, y que es impermeable; la intermedia, con filtro antibacteriano y la interna, que absorbe la humedad. "Por lo tanto: la parte coloreada (impermeable) debe mantenerse como cara externa", indica SENSAR, y añade que se deben seguir las instrucciones del fabricante en todo momento. Puedes leer más al respecto aquí.

Qué sabemos sobre el truco de utilizar dos mascarillas quirúrgicas a la vez y en direcciones opuestas para aumentar su eficacia

Nos habéis preguntado si es útil ponerse dos mascarillas quirúrgicas a la vez y en direcciones opuestas para evitar en mayor medida los contagios. A día de hoy no hay evidencias científicas que respalden esta idea. Os contamos lo que sabemos al respecto.

Fernando Usera, del Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Biotecnología no está de acuerdo con que de esta manera se consiga una mayor protección. Según cuenta a Maldita.es, de esta forma no se asegura un cierre adecuado entorno a la zona buconasal del portador de la mascarilla.

La farmacéutica y divulgadora Marián García explica a Maldita.es que"andar con experimentos lo único que puede hacer, en el mejor de los casos, es que nos quedemos igual pero no va a mejorar su eficacia". También aclara cada parte de la mascarilla tiene una utilidad diferente. La interna está diseñada para poder absorber la humedad que se genera con el aliento. La capa externa, que generalmente es azul, tiene un material “repelente” o impermeable para proteger contra salpicaduras.

"Por lo tanto, si nos ponemos una en cada dirección estamos usando los materiales para el sentido contrario para el que están diseñados", afirma. Es decir, si no se pone la capa azul para afuera "se pierde la función impermeable".

Qué sabemos sobre el truco de pegar un salvaslip en el interior de las mascarillas para reforzarlas

También nos habéis preguntado por un vídeo que circula por WhatsApp en el que un hombre con bata blanca recomienda pegar un salvaslip en el interior de las mascarillas quirúrgicas para reforzar su eficacia. De esta forma, además de proteger a los demás de una posible infección por nuestra parte, también, supuestamente, nos protegeríamos nosotros de una infección proveniente de otras personas.

Es cierto que las mascarillas quirúrgicas, como las que muestra el vídeo, sirven para proteger a los demás de nuestras gotículas, pero no filtran el aire que entra en la mascarilla.

Sin embargo, pegar un salvaslip en el interior no es una buena idea. Tal y como nos explica Marián Boticaria García, farmacéutica, un salvaslip tiene pegamento por una de las partes y por lo tanto dificultaría la respiración. "Las mascarillas deben permitir respirar. Si haces esto claro que no pasa el aire, pero entonces sale por arriba o por abajo, y sin filtrar".

En el mismo sentido se pronuncia Fernando Usera, investigador del Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Bioseguridad (CNB-CSIC): "No estoy de acuerdo con esta "ocurrencia", seguimos sin asegurar un cierre adecuado entorno a la zona buconasal del portador de la mascarilla, por tanto no creo que se consiga una mayor protección".

Lo que en ningún caso se puede asegurar es que con este apaño la mascarilla quirúrgica equivalga a una FPP2, tal y como se asegura en el vídeo. "Las mascarillas FPP2 son las que tiene que utilizar el personal sanitario, porque ellos no pueden guardar la distancia de seguridad como debemos hacer la población general. Y ellos necesitan mascarillas serias, homologadas, no estos inventos", añade Gemma del Caño, farmacéutica y experta en seguridad de la industria alimentaria.

Puedes leer más aquí.

Cómo entregar y recoger correctamente las mascarillas facilitadas por el Gobierno en el transporte público si tienes que volver al trabajo durante el estado de alarma por el coronavirus

Lo recomendable es lavarse bien las manos con agua y jabón o con un desinfectante a base de alcohol antes de hacer uso de una mascarilla, tal como explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero incluso con las manos limpias, hay que evitar tocar la parte de la mascarilla que está en contacto con la cara.

En este sentido, lo ideal es cogerla por las tiras de sujeción que van a las orejas o que se atan a sobre la cabeza, tanto la persona que la reparte como la que la recoge. Además, al ponérsela hay que colocarla con cuidado sobre sobre la nariz y la boca y no dejar huecos en los laterales. También es importante asegurarse de qué parte va hacia dentro y cuál hacia fuera (recuerda que no se ponen de forma distinta si alguien está infectado) y qué borde debe ir sobre la nariz y cuál bajo la barbilla. Normalmente la zona que va arriba es un poco más rígida y se ajusta presionando suavemente sobre el puente de la nariz. Puedes leer más aquí.

¿Qué sabemos sobre las mascarillas con válvula y su eficacia frente al aire contaminado? Filtran el que se inhala, no el que se expulsa

No habéis preguntado por un post de Facebook que advierte que, en relación a la COVID-19, el público general no debe utilizar mascarillas con válvula ya que en estas "el aire sale tan libremente como si fuera un agujero" por lo que "quien las lleva contagia lo mismo que si no lo hiciera". Según el texto, deberían usarlas solo el personal sanitario y los cuidadores que no tienen más remedio que respirar cerca de enfermos, pero no todo aquel que sale a la calle, a hacer la compra o al trabajo. El autor del post es Ricardo Cubedo Cervera, oncólogo y lo que dice sobre este tipo de mascarillas es cierto.

"La válvula de exhalación se incluye en algunos tipos de mascarillas autofiltrantes, un equipo que está diseñado para evitar que sea el portador el que inhale un aerosol, en este caso contaminado por coronavirus. Tanto con como sin válvula esa es su función principal", indica a Maldita Ciencia Javier Díaz Alonso, responsable técnico de la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (ASEPAL).

Según cuenta a Maldita Ciencia Fernando Usera, del Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el papel de la válvula es producir una menor fatiga a la persona que porta la mascarilla. "Las mascarillas con válvula se utilizan, por ejemplo, en laboratorios de bioseguridad, como equipo de protección individual cuando no te quieres contagiar con el material biológico de riesgo que estás utilizando", explica*.

"Es un elemento que mejora muchísimo la ergonomía de quien la usa porque evita que dentro del protector respiratorio se acumule el aire caliente y húmedo que puede causar incomodidades al portador", añade Díaz Alonso.

La función de la válvula de la que disponen es filtrar el aire que se inhala, es decir, el aire que respira la persona que la lleva puesta; pero no lo hace con el aire que exhala, sino que simplemente hace que su temperatura disminuya. Así lo indican en las especificaciones de compra de estas las mascarillas autofiltrantes: "Ayuda a proteger al usuario contra contaminantes volátiles peligrosos filtrando las partículas del aire inhalado. La válvula permite llevarla puesta con mayor comodidad y frescura, ya que elimina la acumulación de calor y permite que el aire exhalado salga de la mascarilla sin filtrar".

Como venimos diciendo, este tipo de mascarilla es eficaz para no respirar partículas contaminadas, pero no impide que las que nosotros emitimos lleguen a nuestro entorno. "No es exactamente un agujero más, pero sí: las mascarillas FFP2 y FFP3 que tienen válvula de exhalación pueden dejar salir pequeñas gotitas que, si no cumplimos la distancia de seguridad, no aseguran protección", explica a Maldita Ciencia Gemma del Caño, experta en industria alimenticia.

No hay evidencias de que usar mascarillas cause hipoxia

Las mascarillas, según explica, María Elisa Calle, experta en Epidemiología y Salud Pública y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, no son estancas: entra aire por los laterales y la parte superior y con ese aire entra el oxígeno y se elimina el dióxido de carbono. Es por esto por lo que utilizarlas, en base a las evidencias hasta el momento, no repercute en que haya deficiencia de oxígeno en nuestra sangre (hipoxia). 

“Además, los tejidos utilizados dejan pasar el gas y el oxígeno es un gas. Respiramos oxígeno mezclado con nitrógeno y espiramos CO2, que también es un gas. Si fuera cierto, los cirujanos que intervienen durante varias horas, estarían muertos y no solo cansados”, afirma Calle. 

El epidemiólogo e investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Abrar Chughtai, defiende que “es muy poco probable” que las mascarillas puedan causar hipoxia y subraya que su uso es seguro tanto para el personal de salud como para la población en general. “No existen estudios sobre mascarillas que respalden lo que dice el mensaje”, señala a Maldita Ciencia en este artículo, donde puedes leer más sobre el tema. 

Lo que sabemos sobre la reutilización de mascarillas si se han dejado aireando varios días

Como recordaba en Maldita Ciencia Mónica Berjón Otero, investigadora especializada en Virología y Biología Molecular en el Max Planck Institute for Medical Research (Heidelberg, Alemania), las mascarillas de un solo uso se pueden reutilizar siempre y cuando se utilicen sólo durante unas horas (este es el caso de la mayor parte de la población).

Lo que es cierto es que el virus no sobrevive eternamente sobre superficies y materiales, sino que la carga viral va disminuyendo hasta desaparecer. Por eso, aislar la mascarilla y esperar unos días hasta su nuevo uso podría ser una alternativa más asequible y fácil de desinfección de esta barrera de protección de nuestras vías respiratorias al coronavirus.

Además, como explica aquí Marián García, farmacéutica, en este artículo: "Si solo usamos la mascarilla una vez a la semana para ir a la compra, quizá, en vez de estar enredando y haciendo mascarillas al vapor sería más conveniente guardarla en una bolsa cerrada hasta su próximo uso. La posible carga viral en las superficies disminuye con el tiempo". Aquí puedes encontrar más información sobre el tema.

¿Podemos desinfectar las mascarillas en el microondas?

Lo primero que hay que tener claro, como ya explicábamos aquí, es que reutilizar una mascarilla pensada para un solo uso no es lo ideal y no hay un método respaldado por instituciones científicas o sanitarias para hacerlo.

En este sentido y en relación con los microondas, según este preprint publicado el 25 de abril en Medrxiv (que distribuye manuscritos médicos completos, pero no publicados y que aún deben someterse a una revisión por pares), un grupo de investigadores estadounidense ha conseguido desinfectar mascarillas N95 utilizando este electrodoméstico. "Usando recipientes de vidrio, una bolsa de malla, una banda de goma, y un microondas comercial de 1100 W, construimos un medio eficaz, estandarizado y reproducible para descontaminarlas", indican.

https://twitter.com/TanushJagdish/status/1254529106701680642?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1254529106701680642&ref_url=https%3A%2F%2Fmaldita.es%2Fmalditaciencia%2F2020%2F05%2F06%2Fque-sabemos-sobre-la-desinfeccion-de-mascarillas-en-el-microondas%2F

Por otro lado, según este estudio publicado en la revista Annals of Occupational Hygiene, los métodos de descontaminación deben eliminar la amenaza viral, ser inofensivos para el usuario y no comprometer la integridad de los diversos elementos del respirador. Sin embargo, estas premisas no podrían garantizarse en el caso de decantarnos por el microondas como opción de desinfección. Aquí puedes leer más información sobre este tema.***

¿Qué sabemos sobre el uso de mascarillas FFP2 en embarazadas y su posible relación con el crecimiento fetal?

Como os explicamos aquí, un equipo de ginecólogas de la sanidad pública y privada de Galicia ha elaborado un documento "ante los rumores y bulos que existen actualmente sobre la relación entre embarazo y la COVID-19". Según explican, las mascarillas indicadas para mujeres embarazadas son las quirúrgicas, ya que las FFP2 "han mostrado resistencia al flujo de aire" ya que "tras horas de uso, la captación de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono disminuyen" lo que repercutiría "en la circulación y oxigenación fetal pudiendo ocasionar restricción del crecimiento fetal intrautero".

Naira González López, ginecóloga de la Unidad de Reproducción Humana Asistida del Hospital Vithas Vigo y una de las autoras del documento, explica a Maldita Ciencia que estos hechos (aumento del dióxido de carbono y disminución de oxígeno en sangre) ocurran de manera prolongada repercuten en la perfusión feto-placentaria, un factor de riesgo para la restricción de crecimiento intrauterina.

Para afirmar lo anterior, González se basa en las conclusiones de estudios científicos (como este o este) que sugieren que el uso prolongado de este tipo de mascarillas en mujeres embarazadas produce mayores alteraciones en los parámetros respiratorios que en las que no lo están, haciendo hincapié en el caso de mujeres sanitarias embarazadas encargadas del cuidado de pacientes infectados por coronavirus.

La recomendación de los estudios en estos casos es evitar situarse en la primera línea del cuidado de enfermos por COVID-19. "La hipótesis de que una alteración en la oxigenación materna repercute en la oxigenación y el crecimiento fetal es la base para sugerir que las embarazadas no usen de manera prolongada este tipo de protección (FFP2) ni ocupen la primera línea en el contacto con los enfermos de COVID-19", confirma Gónzalez.

Vicent Carmona, especialista en Obstetricia y Ginecología y presidente de la comisión de investigación Docencia y Ética del Hospital Francesc de Borja (Gandía) y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, coincide en que la restricción respiratoria (aumento del dióxido de carbono y disminución del oxígeno en sangre) por uso continuado de mascarillas FFP2 y FFP3 ha sido estudiada. Sin embargo añade que "que esto tenga consecuencias en el desarrollo fetal es otra cosa diferente" ya que "no se ha estudiado y por tanto no ha sido demostrado (ni descartado)". 

Según Carmona, los casos de alteraciones del desarrollo fetal por problemas de hipoxia materna crónica se observan en mujeres con patologías pulmonares graves y son poco frecuentes. Por otro lado, aunque explica que "es muy poco probable que el uso ocasional de FFP2 (aunque sea varias horas al día) llegue a ocasionar problemas en el desarrollo del feto", añade que, por prudencia, lo aconsejable es que las embarazadas eviten usar este tipo de mascarillas de forma continuada o muchas horas al día.

No hay evidencias de que las mascarillas reduzcan nuestro sistema inmunitario al reducirse el flujo de aire

Nos habéis preguntado por una imagen que afirma que las mascarillas "pueden reducir tu inmunidad natural porque causan tu cuerpo produzca cortisol en respuesta al estrés debido a la reducción de flujo de aire y oxígeno". Sin embargo, no hay evidencias científicas que demuestren que su uso provoque a sus portadores una carencia de oxígeno y por lo tanto esto provoque una disminución del sistema inmunitario.

"En condiciones fisiológicas el cortisol sólo aumenta cuando hay situaciones de estrés mantenido o en situaciones de estrés agudo" como un susto, explica a Maldita.es María Elisa Calle, experta en Epidemiología y Salud Pública y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. "Las mascarillas normales, quirúrgicas, FFP2 y FFP3 no disminuyen el nivel de oxígeno", añade.

"La cuestión planteada del efecto negativo de las mascarillas sobre el sistema inmunitario no se sustenta con ninguna evidencia", afirma a Maldita.es Alfredo Corell, profesor de Inmunología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y miembro de la Sociedad Española de Inmunología, quien no ha encontrado publicaciones científicas que asocien el uso de mascarillas faciales con términos como 'estrés', 'ansiedad', 'efectos secundarios', 'cortisol'.

"El uso esporádico que tienen que hacer los ciudadanos en desplazamientos en transportes públicos o en paseos callejeros, no significaría en sí mismo una actividad estresante. Los sanitarios deben usar estas protecciones en sus trabajos profesionales diarios y de haber alguna relación entre su uso y el estrés (después de tantos años usándolas) estaría convenientemente documentada, y no se ha encontrado ninguna evidencia", añade Corell.

Donde sí hay evidencia es en la relación de los efectos negativos del estrés y la ansiedad sobre el sistema inmunitario y que estos efectos están mediados en muchas ocasiones por la liberación de una de las hormonas del estrés, como el cortisol, explica Corell.

Cómo evitar que las gafas se empañen al llevar mascarilla

Al respirar, el aire que exhalamos puede salir por la parte superior de la mascarilla y empañar las gafas. Ana Belén Cisneros del Río, secretaria general del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) indica a Maldita Ciencia que el vaho aparece en las lentes por la diferencia de temperatura que se produce entre el aire que sale por nuestra nariz o boca y la temperatura de las gafas. 

Como ya os explicamos aquí, una forma de evitar que el aire que exhalamos fluya hacia las lentes y estas se empañen es asegurarse de que la mascarilla está bien pegada a la cara. Un truco para conseguirlo es pegar un trozo de esparadrapo en la parte superior de la mascarilla para fijarla bien a la nariz. El  Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León recomienda usar esparadrapo de papel hipoalergénico. 

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Marta Fuentes, óptica de Grey Glasses, da a Maldita Ciencia otros consejos como colocar la mascarilla por debajo y las gafas por encima y ajustar la mascarilla lo máximo posible a la cara de modo que quede el menor hueco posible sobre todo en la parte superior. 

También hay ciertos productos destinados específicamente a que no se empañen las gafas. Por ejemplo, los sprays y las gamuzas antivaho. “Se trata de humedecer las lentes con spray o limpiarlas con unas gamuzas especiales que hacen que no se produzca vaho en la lente”, afirma Cisneros. Estas soluciones no dañan las lentes.

Hay que tener cuidado a la hora de seguir trucos que se han hecho virales en las últimas semanas. Por ejemplo, el que consiste en aplicar jabón con una pastilla en la parte interna de las lentes y con una gamuza extenderlo bien o el que consiste en frotar con patatas los cristales de las gafas.

Si bien el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) considera que pueden ser métodos efectivos de forma puntual, destaca que no son trucos recomendables: “Se puede dañar la superficie de las lentes, sobre todo si estas son orgánicas; además de que empeora la transparencia de las lentes y esto afecta negativamente a la visión". ****

*Actualizado el 30 de abril para incluir las nuevas recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

**Actualizado el 2 de mayo para incluir la obligación de llevar mascarillas en el transporte público anunciada por Pedro Sánchez. 

***Actualizado el 11 de mayo para incluir nuevas preguntas sobre las mascarillas.

**** Actualizado el 13 de mayo para incluir nuevas preguntas sobre las mascarillas.

*****Actualizado el 18 de mayo para incluir las novedades sobre la obligatoriedad del uso de mascarillas en lugares públicos anunciadas por Salvador Illa.

******Actualizado el 20 de mayo para incluir la actualización del BOE en relación al uso obligatorio de mascarillas.

******* Actualizado el 13 de julio con la decisión de la OMS de recomendar el uso generalizado de mascarillas.

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