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Qué sabemos de la cloroquina y la hidroxicloroquina como potenciales tratamientos contra el coronavirus**

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Fuentes oficiales (comunicados, bases de datos, BOE)

Nos estáis preguntando mucho sobre el potencial de un medicamento llamado cloroquina y una de sus variantes, la hidroxicloroquina, como tratamiento del COVID-19. Vuestras dudas surgen a partir de noticias y tuits que habéis leído comentando el éxito de algunos experimentos que se están haciendo al respecto. Los resultados del primer gran estudio de este 22 de mayo no muestran eficacia como tratamiento. Sin embargo, a fecha de 4 de junio, ese estudio ha sido retirado, de forma que las principales preguntas sobre su eficacia siguen sin resolver. Os contamos lo que sabemos.

Qué son la cloroquina y la hidroxicloroquina y qué resultados tienen contra el COVID-19

La cloroquina es un medicamento que se utiliza como tratamiento contra la malaria y también para reducir la inflamación en casos de lupus y artritis reumatoide. La hidroxicloroquina es una variante de ese medicamento que se empezó a utilizar al ser mejor tolerada que la cloroquina original.

La OMS suspende los ensayos con hidroxicloroquina********

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado este 4 de julio la suspensión de inmediato de los ensayos con hidroxicloroquina que estaba realizando dentro de un megaestudio bautizado como Solidarity.

El organismo ha explicado que los resultados provisionales muestran que la hidroxicloroquina produce “poca o ninguna reducción en la mortalidad de pacientes hospitalizados con COVID-19 en comparación con la atención estándar”.

No es la primera vez que la OMS decide paralizar los ensayos. De hecho, el 25 de mayo anunció que había aplicado una pausa temporal del brazo en los ensayos de la hidroxicloroquina mientras examinan los datos de seguridad pero el 3 de junio anunció que la OMS retomaba los ensayos con esta sustancia. ********

El 15 de octubre se han publicado los resultados del estudio SOLIDARITY de la Organización Mundial de la Salud como preprint (artículo no revisados por pares) y ha concluido que que la administración de hidroxicloroquina, remdesivir, lopinavir/ritonavir e interferón parece tener poco o ningún efecto en la mortalidad a los 28 días o en la evolución hospitalaria de COVID-19 entre los pacientes hospitalizados.**********

Un preprint no ha pasado la necesaria revisión previa a ser publicado en una revista científica. Esto no invalida sus conclusiones pero sí hace necesario tomarlas con cautela. Puedes leer más sobre los preprints y su abundancia durante esta pandemia en este artículo de la Agencia SINC republicado en Maldita.es.

Otro estudio que se ha compartido mucho asegura que combinando la hidroxicloroquina con otro medicamento llamado azitromicina (un antibiótico de amplio espectro) se ha logrado curar al 100% de los pacientes tratados.

Los resultados son positivos y eso ha despertado muchas esperanzas. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho incluso que la unión de estos dos medicamentos podría cambiar la historia de la medicina. A partir de ese tuit las expectativas sobre esta posibilidad han ido en aumento, a pesar de que la FDA, el organismo estadounidense que regula los medicamentos, tuvo que responder que estas medicinas aun no están aprobadas como tratamiento contra el COVID-19 y que deben pasar una serie de trámites y pruebas para que eso ocurra.

Un estudio que hay que considerar con mucha cautela

El problema es que ese estudio que ha dado resultados tan esperanzadores no tiene calidad suficiente como para celebrar sus datos todavía. Para empezar se trata de un estudio muy pequeño en el que solo participaron 20 personas.

Además, cuando se empezó a comentar y a celebrar, este estudio todavía no había sido publicado en una revista científica que hubiese pasado una revisión por otros científicos, sino que era lo que se llama un preprint. Puedes leer más sobre los preprints, su utilidad y sus limitaciones en este artículo de eldiario.es.

Ahora sí que está publicado, algo que ha ocurrido llamativamente rápido (un artículo puede tardar meses en publicarse en una revista científica, ya que debe someterse a revisiones, cambios y nuevas revisiones hasta que los editores consideran que cumple con los estándares de calidad suficientes), especialmente si tenemos en cuenta que su pequeño tamaño reduce la relevancia de sus conclusiones. El hecho de que uno de los autores de este estudio sea editor jefe de la revista donde finalmente se ha publicado ha arrojado muchas dudas sobre el proceso seguido.

Esto no quiere decir que los resultados obtenidos por la hidroxicloroquina no sean reales, sino que es todavía demasiado pronto y sabemos demasiado poco como para confirmar o desmentir sus efectos.

Por su parte, un artículo publicado en la revista Science indica que una guía publicada por la Sociedad de Medicina de Cuidados Intensivos de EEUU señala que "no hay pruebas suficientes para emitir una recomendación sobre el uso de cloroquina o hidroxicloroquina en adultos críticos con COVID-19". *

Además, la Sociedad Internacional de Quimioterapia Microbiana (ISAC por sus siglas en inglés) ha publicado un comunicado en el que "considera que el artículo no cumple con el estándar esperado por la sociedad, especialmente en lo que respecta a la falta de mejores explicaciones sobre los criterios de inclusión y el triaje de los pacientes para garantizar su seguridad. Aunque el ISAC reconoce que es importante ayudar a la comunidad científica publicando rápidamente los nuevos datos, esto no puede ser a costa de "reducir el escrutinio científico y las mejores prácticas".

Un gran estudio que no mostraban eficacia como tratamiento ha sido retirado********

Este 22 de mayo la revista The Lancet publicó los resultados del primer gran estudio que analizaba la eficacia de la hidroxicloroquina como potencial tratamiento de COVID-19, pero el 2 de junio, The Lancet lanzó una "expresión de preocupación" sobre el estudio porque había generado muchas dudas en la comunidad científica y finalmente retiró el estudio el 4 de junio.

El estudio retirado observó supuestamente a más de 96.000 pacientes de 671 hospitales. Casi 15.000 tomaron hidroxicloroquina o cloroquina, con y sin antibióticos.

Según los autores del estudio eliminado, "no hemos observado ningún beneficio de la hidroxicloroquina o la cloroquina (sola o en combinación con antibiótico) en los resultados hospitalarios cuando se administra de forma temprana tras el diagnóstico de COVID-19". De hecho, según los científicos, lo que sí han podido observar es un aumento de arritmias cardiacas y de mortalidad, mayor o menor según las distintas combinaciones de medicamentos.

Los resultados del estudio SOLIDARITY de la Organización Mundial de la Salud publicado el 15 de octubre como preprint (no revisados por pares) ha concluido que la administración de hidroxicloroquina, remdesivir, lopinavir/ritonavir e interferón parece tener poco o ningún efecto en la mortalidad a los 28 días o en la evolución hospitalaria de COVID-19 entre los pacientes hospitalizados.**

En cualquier caso: no protege de la infección

Hace falta como decimos más investigación que confirme el potencial de este medicamento como tratamiento ante el COVID-19. Sin embargo, lo que se está analizando es si podría servir como tratamiento en los casos más graves de la infección. En ningún caso se considera que pueda proteger a las personas sanas de contraerla.

Por eso es importante que no se compre este medicamento en las farmacias de forma preventiva, ya que se puede desabastecer a pacientes de otras patologías que sí lo necesitan como tratamiento.

Siempre bajo prescripción y control médicos

De hecho, la combinación de ambos medicamentos tomada sin control médico puede tener repercusiones negativas para la salud e incluso provocar arritmias o la muerte repentina si se están tomando otros tratamientos o se sufren otras enfermedades.

Por ese motivo, si bien es posible que la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina sea un tratamiento eficaz para algunos casos de COVID-19, no hay evidencias suficientes de ello todavía y por lo tanto solo debe seguirse bajo prescripción y control médico.

Además, aunque la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) considera la cloroquina y la hidroxicloroquina una estrategia terapéutica potencial contra COVID-19 pero "el nivel de evidencia todavía es bajo y basado en los datos preclínicos y de seguridad en otras indicaciones" por lo que prioriza su uso sólo para el "tratamiento de pacientes ingresados con neumonía. No se aconseja iniciar tratamientos en otro tipo de situaciones clínicas fuera del contexto de ensayos clínicos autorizados".***

En este otro artículo os contamos qué vacunas y otros tratamientos se están investigando contra el COVID-19.

Primera fecha de publicación: 22/3/2020.

* Hemos actualizado la pieza el 23 de marzo añadiendo el artículo publicado en la revista Science.

** Hemos modificado esta pieza el 29 de marzo para incluir una referencia a la cloroquina, además de a la hidroxicloroquina, de la que también se está hablando en este sentido.

*** Actualizado el 7 de abril con el comunicado de la Sociedad Internacional de Quimioterapia Microbiana y las indicaciones de la AEMPS.

**** Actualizado el 22 de mayo para incluir los resultados del estudio publicado en la revista The Lancet.

***** Actualizado el 26 de mayo con la decisión de la OMS de paralizar ensayos clínicos.

******* Actualizado el 3 de junio con la expresión de preocupación de la revista The Lancet sobre su estudio de la hidroxicloroquina.

******** Actualizado el 5 de junio con la retirada del ensayo de The Lancet y la vuelta a los ensayos con hidroxicloroquina por parte de la OMS.

********* Actualizado el 8 de julio con la decisión de la OMS de suspender los ensayos con hidroxicloroquina.

********** Actualizado el 16 de octubre con los resultados del estudio SOLIDARITY de la OMS.

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